Mariano Guindal me comentaba este fin de semana que el lunes iba a tener lugar una reunión entre Mariano Rajoy y Angela Merkel en Berlín. Contrario al enfoque mediático que está despertando la cumbre hispano-alemana, mi amigo me dice que se va a hablar de una posible relajación del déficit y de la necesidad de una política de crecimiento, sin tocar demasiado aspectos internos.
Además, este lunes el Gobierno espera conocer el resultado del examen que realizó la Troika durante los últimos quince días. Guindal cree que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) podrían hacer público el informe sobre el saneamiento financiero, que el Ministerio de Economía espera que resulte muy favorable.
También este lunes se presentarán los datos del paro registrados en enero. Mariano me anticipaba el sábado que iban a ser malos y que introducirán de este modo la tendencia negativa que se espera para los dos primeros trimestres del año. Mi amigo me dice, no obstante, que lo más grave de la evolución del desempleo es que el descenso en el número de cotizantes está poniendo en jaque las finanzas de la Seguridad Social.
El 7 y el 8 de febrero habrá que estar atentos a la cumbre de presidentes europeos. Se espera que planteen medidas para fomentar el crecimiento económico en la zona del euro. Poco después, el fin de semana, los líderes progresistas se reunirán en Turín en respuesta al llamamiento realizado por Alfredo Pérez Rubalcaba para trabajar conjuntamente en dar un giro a la política europea que genere crecimiento y desarrollo. No conviene perdérselo, tampoco.
