David Cameron ha salido, al más puro estilo Artur Mas, a prometer un referéndum a la ciudadanía británica para que pueda elegir sobre su futuro dentro de la Unión Europea (UE). Con una condición: que le vuelvan a elegir de nuevo en las próximas elecciones. Le hemos preguntado a mi jefe por el asunto.
El veterano me ha dicho que a él el estómago le pide sacar a los ingleses de aquí pero ya. Que sus aportaciones han demostrado, en todo este tiempo, que nunca tendrían que haber entrado. Pero al mismo tiempo considera que existen tres buenos motivos para no contemplar esa opción.
Cameron. Escocia. Obama. Cameron: las encuestas dicen que no va a salir elegido. Escocia: se quieren independizar y tienen en marcha su propio referéndum. Obama: la Casa Blanca no parece dispuesta a tolerar que los británicos salgan de Bruselas y en algún momento dirán que dejen de tocar la moral con la pelotita.
