El posado del pasado

Opinión

El posado del pasado

La vicepresidenta del Gobierno ha aparecido en biquini, casualmente en una playa en la que se ha visto un tiburón. Por lo tanto se han dado dos fenómenos poco corrientes en apenas una misma mañana.
La foto de De la Vega en traje de baño no es la de Halle Berry emergiendo de las playas gaditanas, mas bien al contrario parece un “brote borde”, (mirando el gesto contraído), o un fotograma de la nueva entrega de “Robocop”. También podría parecer un agujero negro en el túnel del tiempo y que esta imagen de hoy pudiera ser la de Ana Obregón dentro de veinte años, (puesto que artista y político comparten la misma talla de biquini, es decir “poca”).

Lo que no nos cuenta la foto es cómo transcurrió esa jornada playera para la ministra y cómo fueron sus relaciones con los vecinos de hamaca que suelen leer el periódico de atrás hacia delante con cierta displicencia veraniega. Ya se sabe que cuando uno se tumba en horizontal le salen las verdades del barquero y ésas no son siempre agradables de escuchar, (los hay que empiezan arreglando en Real Madrid y terminan con una crisis de Gobierno sin salir del mismo chiringuito.
Salvadas las distancias ya tiene la señora vicepresidenta su posado para competir con el de Soraya cuando no se dedicaba al mundo del “espionaje”. Siempre se ha dicho que todos tenemos un pasado, y sin duda que también un posado.

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