Después de un intenso fin de semana marcado por las nuevas imágenes de Fidel Castro en la televisión estatal cubana, el líder revolucionario ha vuelto a la que podría ser su tarea de “columnista” y no precisamente para comentar el revuelo que se ha armado en la prensa internacional por su última aparición. El ex presidente cubano ha vuelto a hablar en el diario Granma, y, en un acto casi sin precedentes, no ha dudado en elogiar la gestión del mandatario estadounidense Barack Obama, asegurando en su artículo que la «extrema derecha de EEUU odia al presidente por el mero hecho de ser afroamericano».
Tal vez sea esta una buena fórmula para desviar la atención y los intensos rumores que llegan de la mano de Radio Bemba en Miami sobre la curiosa circunstancia del enorme énfasis que numerosos espontáneos analistas han puesto en el video de Fidel con estudiantes venezolanos, dejando en un segundo plano la fotografía con el ecuatoriano Rafael Correa. Algunos incluso se atreven a señalar las diferencias faciales entre el comandante que aparece en la fotografía y el que está charlando con el grupo de abogados venezolanos. Muchos se preguntan por qué las autoridades prefirieron emitir un video de Fidel con este grupo de muchachos y no con una autoridad presidencial como Correa.
