EL PRETENDIENTE DE CHELSEA CLINTON

Opinión

EL PRETENDIENTE DE CHELSEA CLINTON

A Chelsea Clinton, la hija de Bill y Hillary, le ha salido un pretendiente rico y generoso. Se llama Godwin Kipkmoi, es kenyata, como los antecesores de Barack Obama, y no es ajeno a la política de su país: funge como concejal del Ayuntamiento de Nairobi. Está casado desde hace tres años pero como en Kenia la poligamia es legal, no ve inconveniente, ni de hecho existe, para incorporar una segunda esposa a su todavía exiguo harén. Hace nueve años, cuando el matrimonio Clinton visitó Kenia con su hija, la muchacha le gustó y, por si otros se anticipaban a sus pretensiones, lanzó una oferta a cambio de su adquisición para esposa que estima no es desdeñable: cuarenta cabras y veinte vacas, nada menos. Nadie hasta ahora ha ofrecido tanto por una joven. Entonces la propuesta pasó inadvertida a los asesores de la Casa Blanca e incluso a la Prensa que no captó su importancia. Pero el bueno de Godwin no se dio por desairado ni se olvidó. La visita estos días a su país de Hillary Clinton, convertida ahora en Secretaria de Estado, le ha facilitado renovar la oferta e incluso obtener una respuesta de la madre de su ambicionada novia. Hillary, orgullosa quizás como todas las madres de que sus hijas tengan buenos pretendientes, no se manifestó ni a favor ni en contra. Pero escuchó sonriente y respondió que transmitirá la oferta a su hija, que por cierto está comprometida con un banquero, para que sea ella quien decida. “Es independiente – afirmó –. Yo en sus decisiones personales no me entrometo. Sólo le transmitiré la propuesta.”. Así que Godwin tendrá que esperar. De momento ya habló con su esposa quien lejos de poner el grito en el cielo, se ha mostrado de acuerdo. La mujer seguramente ha considerado que puesta tener que alternar el lecho conyugal con otra, mejor que sea una norteamericana de apellido resonante aunque les deje la granja familiar deshabitada.

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