Temor en La Habana por nuevos recortes en la cartilla de racionamiento

Opinión

Temor en La Habana por nuevos recortes en la cartilla de racionamiento

Una nueva muestra de las dificultades financieras por las que atraviesa Cuba es el descenso en un 15% de las importaciones de alimentos desde EEUU en el primer semestre del año. Una cifra que refleja claramente la política de recorte de gastos emprendida por Raúl Castro para hacer frente a la mayor crisis en la Isla desde la caída de la URSS.

El año pasado, las ventas de alimentos estadounidenses a Cuba alcanzaron un máximo histórico y el país presidido entonces por George W. Bush se convertía paradójicamente en uno de los principales socios comerciales de la Isla. Algunos diplomáticos en La Habana tienen claro que este “ahorro” repercutirá directamente en la cantidad de alimentos que los cubanos reciben en la llamada cartilla de racionamiento.

Pero para evitar especulaciones, la empresa estatal encargada del negocio, Alimport, se ha apresurado a asegurar en los medios oficiales que la culpa de este descenso en las importaciones la ha tenido EEUU y la retorcida burocracia de licencias que deben seguir las empresas que quieren exportar a la Isla. Unos trámites que generan elevados costos adicionales y un mayor riesgo de errores en el manejo de la documentación. Muchos piensan que la empresa lleva razón, y aseguran que la Casa Blanca debería poner fin al doble rasero que hasta ahora ha seguido en Cuba, empezando por solucionar la necesidad básica de la población: la escasez de alimentos.

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