La semana pasada desembarcaba en España “Mendigogame”, un juego online gratuito creado por Farblflut Entertainment en el que el usuario se convierte en un mendigo que debe recorrer virtualmente la ciudad de Madrid superando diferentes pruebas y niveles. Después de su rotundo éxito en Alemania, donde nació el formato pionero hace dos años, la empresa creadora del juego lanzó el 4 de agosto su versión en español, en la que el internauta puede recoger chatarra, atracar una tasca o beber calimocho por las calles de Madrid. Como era de esperar la llegada de este juego ha provocado polémica, ya que varias organizaciones no gubernamentales, como Solidarios para el desarrollo, Fundación Rais y Acción en Red, han pedido su retirada al considerar que denigra a un colectivo desfavorecido al convertirlo en “objeto para la diversión ajena” y contribuir a perpetuar “estereotipos y prejuicios sobre las personas sin hogar”. La verdad es que convertir la vida de este tipo de personas en una forma de entretenimiento, además de ser de dudoso gusto, no se antoja muy divertida. Puestos a elegir existencias más propias de un juego online se me ocurre que se podría hacer uno sobre el duro día a día de los personajes a medios camino entre el ‘frikismo,’ la farándula y la prensa del corazón que no han dado un palo al agua y viven como ‘marajás’. Las pruebas podrían consistir en ligarse a una maciza que después iría a los programas del cuore, tras enseñar cacho en Interviu, para contar los supuestos maltratos del jugador; otra prueba podría ser agredir a un paparazzi o ver quién es más grosero a la hora de responder al reportero de turno que le espera a la salida/llegada del aeropuerto. Es sólo una idea.
El jefe del Ejecutivo ha publicado una “Carta a la ciudadanía” en su cuenta de X en la que denuncia “la gravedad de los…
