El Rey presidirá mañana en el Palacio de La Zarzuela el que parece ser uno de los Consejos de Ministros más difíciles de los últimos tiempos. Y le hemos preguntado a mi jefe, que ya tiene una edad y una perspectiva histórica, que qué opina de esta inusual -aunque tiene precedentes- medida.
El que me paga ha destacado tres cosas. La primera es que la capacidad estratégica del Rey no debe estar atravesando su mejor momento. Y ha matizado que habla de la capacidad estratégica del Rey, no de la de la Casa Real.
En segundo lugar, y al hilo de lo anterior, pues que el Rey ya es mayorcito para saber dónde se mete y se deja de meter. Porque la imagen que va a quedar es que los recortes se han aprobado con su consentimiento absoluto.
Y por último, mi jefe me recuerda que, a juzgar por los estudios sociológicos más recientes, España no es monárquica. En todo caso Juancarlista. Y ha sido Juancarlista porque el Juancarlismo no ha traído nunca grandes problemas hasta antes de ayer.