Krugman es un cenizo pero tiene información privilegiada por lo tanto es un cenizo peligroso. El lunes afirmó que en junio estábamos metidos en un corralito y este miércoles la prima de riesgo ha roto la virginidad de los quinientos puntos.
Los caballos se desbocan y Rajoy lo dice en el Congreso pero con otro lenguaje: “vivimos tiempos extremadamente difíciles”, (¡y tanto!). La cosa es tan seria que hasta los “indignados” se han quedado mudos, aquel 15-M se ha diluido en el momento que más falta hacía y no será porque no tengamos motivos para la queja. Lo peor del 15-M es que hubiera muerto falto de objetivos, ya lo decía Ortega que todo esfuerzo inútil tiende a la melancolía. Lo más triste sería que el 15-M lo hubiera matado Krugman con sus predicciones de que no hay salida del laberinto, en mayo del 68 tampoco las había pero alguien pintó en la pared que era una obligación pedir lo imposible.
En el Facebook de una mujer encontrada muerta en Ibiza han encontrado sus últimas palabras que seguramente escribió hace tres días sin conocer su trágico destino. Escribía esta mujer: “hace 25 grados”; impresiona leer que sus últimas reflexiones fueran para algo tan trivial cómo hacer un comentario del tiempo pero la vida es así, no siempre estamos en posesión de la frase justa en el momento adecuado.
Rajoy decía esta mañana en el Congreso que hay que crecer y crear empleo, completamente de acuerdo. Anotemos estos dos verbos: crecer y crear en el día en el que la prima de riesgo se alió con el pitoniso Krugman para aguarnos el café.
Ayer un rayo caía sobre el avión de Hollande cuándo iba a ver a Merkel. Si alguien cree que el rayo fue una casualidad estará equivocado porque esa tormenta estaba provocada por la ira de Merkel que también controla los elementos. Lo que nos toca ahora es una ciclogénesis alemana del mismísimo “carallo”, un homenaje a Marcos Lowry porque de nuevo estamos bajo el volcán.
