#fuerzapadilla

Opinión

#fuerzapadilla

Los toreros eligen muy bien sus vestidos, este año vi como José Tomás escogía uno de catafalco y oro para la última corrida de toros en la Monumental de Barcelona, y antes le vi usando un terno rosa palo en Linares en recuerdo de Manolete al que Islero le dio la última cornada vestido de esa manera, (y no como contaba Sabina en una letra pero ya se sabe que la rima a veces de tan libre que es puede ser libérrima).

Juan José Padilla ha elegido un vestido verde esperanza para reaparecer el domingo en la plaza de Olivenza, polifemo a su pesar, con el parche en la cara que tapa el hueco por el que le salió el glóbulo ocular disparado por un pitón de auténtica mala suerte.

Lo importante es que Padilla no se rinde y que vuelve a presentar batalla en una plaza tal y como anunció antes de abandonar el hospital. No es el torero de Jerez un superhombre, es un torero y aunque la tauromaquia no pase por sus mejores momentos siempre nos quedan sus sabios consejos, entre ellos que el miedo se vence y se puede remontar la adversidad.

Padilla, a pesar de la gravísima cornada en el cuello, es un tipo con suerte porque ha sabido aprovechar la segunda oportunidad que le ha dado la vida. Veremos cómo le funciona la muñeca después de haber contemplado cómo le funciona el corazón y por lo que hemos visto no puede ir mejor. Hará el paseíllo en Olivenza con la ilusión de un novillero, me consta, y con el pundonor de un matador de toros, una larga tradición que viene del circo de Roma.

Padilla siempre destacó por ser valiente con la espada y ágil con las banderillas, y ahora ha demostrado que destaca por su fuerza y eso siempre se contagia. Lo demás se verá en el ruedo dónde todo son verdades, ese ruedo que Padilla verá a través de un solo ojo, con su pupila ágil y pendiente de las manos del toro.

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