Los educadores lamentan la falta de referencias éticas

Opinión

Los educadores lamentan la falta de referencias éticas

¿Quién está dispuesto a dar ejemplo? La conocida cantinela que sitúa en la falta de referencias éticas el problema que se manifiesta en los nuevos delitos colectivos de una parte, especialmente conflictiva, de la juventud mundial, preocupa a algunos educadores, poco favorables a la reforma inmediata de la Ley del Menor.

Para ellos, el problema es otro: el exceso de hipocresía de unos políticos que aplicaban con soltura un discurso público radicalmente distinto a sus actuaciones privadas ha dado paso, tras el descubrimiento casi masivo de la corrupción imperante, a un panorama todavía peor.

Ahora se exhiben las dudosas prebendas sin remordimiento alguno. La excusa de que todos lo hacen resulta suficiente para no reconocer la culpa y atacar, incluso con saña, a quienes critican al político presuntamente pillado con las manos en la masa. Y, quizá, quien lo dice no repara en que esta excusa puede ser utilizada por delincuentes de todas las edades y categorías.

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