La mitad

Opinión

La mitad

Berlusconi baja en las encuestas pero todavía cuenta con el apoyo de la mitad de los italianos aún después de escuchar las cintas en las que intima con unas prostitutas. Berlusconi es el «guapo» de la política internacional, tiene pinta de portero de club de alterne pero él se cree Sinatra pasado por la Scala de Milán. El día en el que se acabe el político empezará el símbolo y veremos cómo la gente pone «berluscos» encima de la guantera del coche en el lugar dónde antes iba un Elvis.

A pesar de que se han publicado las cintas y a pesar de que él no ha desmentido nada, la mitad le sigue considerando la persona adecuada para gobernar su país. Nos podríamos preguntar si la mitad de los españoles apoyarían a Rajoy aún sabiendo que Bárcenas no actuó de manera correcta. En ocasiones la política se convierte en un asunto pasional y es mejor no preguntar lo que pudiera ocurrir por si luego se confirma. La mitad tiene una fuerza impresionante, regeneradora y capaz de limpiar los expedientes más oscuros.

Esa mitad que apoya a Berlusconi le hace creer que es imbatible pero igual que Aquiles tuvo un talón a Berlusconi le pueden atacar por los cataplines. Llegado ese caso la mitad no podrá hacer otra cosa que pensar que quizá no fue tan bueno apoyarle pero que la vida son dos días y a otra cosa mariposa. Esa mitad es bastante caprichosa.
La mitad no siempre tiene la razón pero sí la legitimidad de ser el cincuenta por ciento de lo que se opina. Son muchos, es verdad, pero puede que no todos estén en lo cierto.

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