A Zapatero le vienen bien dos días en Bruselas aunque vaya sin hacer los deberes. Se quita de en medio el presidente y se aleja de la batalla sucesoria que se vive a la puerta de su despacho, (tampoco vamos a pedirle ahora que sea un sagaz analista de la actualidad política alguien que ha destacado siempre por su habilidad por estar en Belén con los pastores).
Aquí en la tierra común, en este espacio sucesorio, los “rubalcabistas” se enfrentan a los “chaconistas” cada minuto. El último en apuntarse a la pelea ha sido el presidente manchego que da por concluida la etapa de Zapatero después de dos mandatos. Barreda quiere evitar que José Luís se le presente en un mitin en Toledo y le jorobe aún más una campaña que tiene complicada. Otros barones no son tan claros como él pero tengamos en cuenta que faltan menos de dos meses para las votaciones de mayo. El factor pánico cuenta.
Los que mejor se mueven son los “chaconistas” agrupados en el concepto de quinta del chupete, son esos que repiten que un abuelo no puede suceder a un nieto, (por supuesto el abuelo Alfredo). Pero no desdeñemos la capacidad de Rubalcaba por recuperar posiciones gracias a la receta del famoso “Pollo Marañón” que le ha dado fuerzas para cantar por Amaral.
El ausente está en Bruselas con cara de reina madre que se pasea por los pasillos de palacio. Da la impresión de que se entera de poco. Él con sus dudas y aquí algunos ya le han dado el problema resuelto.
