El sueño imposible de los nostálgicos del marco

Opinión

El sueño imposible de los nostálgicos del marco

Los nostálgicos del marco tienen un sueño. Se trata de un mecanismo de doble moneda, el euro fuerte y el euro débil, que ningún analista económico solvente acredita y que se corresponde más con un sueño de los viejos responsables del Bundesbank que con cualquier realidad futurible, probablemente. Sobre todo, porque sus promotores relegan a Francia, país triple A, a la segunda división de la UE y quieren incluir en la primera a un Luxemburgo que se fía muy poco de las intenciones de Alemania para con ellos. Esta Europa fuerte y nórdica se despegaría así de los países periféricos que quedarían en un mecanismo tutelado por los primeros de la clase.

Un esquema que, por cierto, tal vez no beneficiase en absoluto a sus promotores, al comprometer el futuro de las exportaciones alemanas a algunos de sus mercados naturales, circunstancia que, a la vez, podría convertirse en un serio problema para que el país germano mantuviera esa pujanza económica y esa solvencia de la que presumen.

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