Brasil y la India compensan la decepción china

Opinión

Brasil y la India compensan la decepción china

En los países emergentes, que parecen a punto de convertirse en la mejor alternativa contra la crisis, la coyuntura reparte papeles distintos en estos días y mientras se mantiene la clara tendencia al alza de algunos de ellos, como Brasil y la India, otros como China, de quien siempre se espera más, no acaban de adquirir el papel preponderante que algunos analistas les han concedido, ni siquiera con las altas tasas de crecimiento que exhibe. Quizá porque Beijing se enfrenta a algunos problemas propios de mucho calado y difícil solución como la tremenda exposición de sus finanzas al dólar estadounidense o su complicada estructura social.

Y así la incertidumbre se mantiene en estos momentos finales de la primera década del siglo XXI, a pesar de que, al menos, sí se ha conseguido un amplio consenso internacional en asuntos, como la decisión de mantener el precio del dinero en tasas bajas o el hecho de haber logrado que no hayan saltado nuevas barreras proteccionistas que hubieran puesto en riesgo el debilitado comercio mundial. Lo malo es que algunos intereses nacionales, como los exhibidos por Alemania, han introducido distorsiones.

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