La UE va a llegar al G20 en Corea, en noviembre,con algún avance. Al menos, en lo que respecta a la reforma de la supervisión financiera común que, siempre que se cumpla el calendario previsto, entrará en vigor el próximo uno de enero, una vez que sea aprobado por el Parlamento Europeo este mismo mes. Pero, lo cierto es que el pacto alcanzado y el esquema previsto como fórmula para prever y evitar nuevas crisis como la que ahora asola el mundo no deslumbran, en absoluto.
Mucho menos, tras 18 meses de trabajo, la intervención de tres presidencias de turno, las de Suecia, España y Bélgica, y la dura negociación con el sector que ha liderado el comisario de Mercado Interior, Michel Barrier, un hombre con contactos entre los grandes gestores de fondos. Bien es cierto que la famosa reforma impulsada y aprobada por Barack Obama tampoco vuela demasiado alto. Sin embargo, su anticipación puede tener premio gracias a la lentitud de la UE.
