El “balconing”

Opinión

El “balconing”

A falta de canción de Georgie Dann este será el verano que recordemos por el “balconing”, un deporte bastante idiota que practican los guiris en Palma de Mallorca y que consiste en escoñarse según saltan a la piscina desde la altura de su apartamento. Lo habitual es caer fuera y darse el gran trompazo que acaba en urgencias, o en la morgue que está llena de borrachos que se tenían por Tarzán.

Moda que se ha propagado gracias a los reportajes de las televisiones en los que se recrea con detalle el despeñe del turista hacia el vacío. Lo han llegado a grabar con cámara subjetiva y ya sólo falta que lo pongan en 3D para mayor espanto del personal que está con el cafelito de la tarde en la mano, e intentando recordar dónde puso el mando del aire acondicionado. Tanta es la angustia que ya no sé si tengo más miedo de los toros corriendo por la calle Estafeta, o de los turistas que puedan caer desde los balcones en el próximo San Fermín.

El gobierno Balear ha hecho una campaña informativa que vale para poco cuando el alcohol nubla las entendederas, y de esa forma más que prevenir lo que se hace es potenciar los saltos desde alturas terroríficas. Los deportes tontos son los que se contagian a mayor velocidad, de otra manera no se entiende que la petanca pueda constituir un motivo de emoción veraniega que aglutine a los curiosos de la urbanización. Lo del “balconing” se soluciona con pisos bajos, o atando al guiri a la cama durante los quince días de su estancia.

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