Odiada pero con el mejor culo

Cuando yo estudiaba periodismo la palabra culo estaba vetada en los medios de comunicación. A lo más que se llegaba puestos a camuflar algún testimonio asumible por los censores era iniciarla con sus primeras letras pero concluirla con puntos suspensivos. Ahora estos reparos están de más: al culo se le llama culo con todas las letras y no sólo eso, por ahí se organizan concursos y se promueven encuestas para averiguar cual es el mejor culo, estéticamente hablando, claro, del mundo, cuando menos del mundo del espectáculo. En los Estados Unidos, donde la gente suele disfrutar mucho con estas cosas, una web ha promovido un sondeo popular al respecto y resulta que el mejor culo que tenemos al alcance de nuestra vista – el mejor culo femenino, se entiende, masculino en esta ocasión no toca – es el de Jennifer López. La hispana de tan buen ver resulta que integra con Ben Affleck la pareja de moda más odiada en Hollywood, pero ella no por eso ha perdido admiradores de su trasero. Quizás si se le preguntase respondería que para eso lo cuida como oro en paño con ejercicios y tratamientos adecuados. Lo cierto es que la López se ha alzado nada menos que con el 37 por ciento de los votos; una victoria aplastante sobre su inmediata competidora, Beoncé, cuyo pompis, quiero decir culo, es el que se ha alzado con el 22 por ciento de los sufragios. No está mal tampoco. Kim Kardasian y Shakira, gozan igualmente de posaderas apañaditas, comparten un tercer puesto con el 18 por ciento. Todas ellas pueden asumir el quedarse con el culo al aire sin ningún problema: lejos de hacer el ridículo como se apreciaría antiguamente, seguro que despertarían actitudes satisfactorias de contemplación. Y es que antes, nuestros antepasados, sólo valoraban la belleza de la cara cuando realmente, sí, muchas veces la belleza está, quien lo diría, en el culo y ni siquiera se atrevían a mencionarlo.