La educación financiera en España

Tribuna Especial 25 Aniversario

La educación financiera en España

Fernando Tejada,director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España

La educación financiera de los ciudadanos es un cometido recientemente asumido por las instituciones públicas. La educación financiera de los ciudadanos es un cometido recientemente asumido por las instituciones públicas –desde la década de 2000, principalmente– y de creciente desarrollo en todo el mundo, de acuerdo con las encarecidas recomendaciones de organismos de relevancia internacional como la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, el G20 o la Comisión Europea. La manifiesta carencia de cultura financiera de la población, en un contexto financiero de progresiva complejidad, riesgos y responsabilidades financieras transferidas de los gobiernos a los particulares, hace de la educación financiera una herramienta especialmente necesaria y útil para los consumidores e inversores. Por este motivo, ya sea como parte de una estrategia gubernamental, ya a través de programas específicos, las autoridades públicas están realizando grandes esfuerzos para incorporar la educación financiera en sus respectivos países y regiones, en orden a garantizar, junto con la regulación y supervisión de las entidades financieras, la formación y protección de los usuarios de los servicios financieros.
 
 
En España, la estrategia nacional sobre educación financiera ha sido asumida desde 2008 por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, con la colaboración del Ministerio de Economía y Competitividad a través de la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera y de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, en el contexto de una estrategia global del Gobierno para la educación financiera. El llamado “Plan de Educación Financiera” (PEF), nacido con vocación permanente y materializado, hasta la fecha, en dos planes de actuación para los periodos 2008-2012 y 2013-2017, tiene como objetivo “mejorar la cultura financiera de la población, a fin de que los ciudadanos estén en condiciones de afrontar el nuevo contexto financiero con suficiente confianza” y supone el primer desarrollo institucional para proporcionar un marco común a las iniciativas en educación financiera surgidas en nuestro país.
 
 
El diseño del PEF está sustentado sobre tres principios básicos: generalidad o no-exclusión, que sugiere un Plan dirigido a todos los segmentos de la población y todos los productos financieros; cooperación, que implica la asunción de un compromiso público por parte de los supervisores financieros promotores del PEF de intensa cooperación entre ellos, estando asimismo abierto a la participación de otros agentes e instituciones que puedan contribuir en la tarea de la educación financiera y continuidad, que se refiere al mantenimiento a lo largo del tiempo de las actuaciones desarrolladas en el ámbito del Plan.
 
 
A este Plan se han ido incorporando de manera paulatina numerosos colaboradores, pertenecientes a distintos sectores de la sociedad: asociaciones de consumidores, asociaciones educativas y asociaciones representativas de diferentes grupos sociales –como discapacitados o jubilados– y económicos –pymes, por ejemplo–, instituciones de crédito y organismos del área de los seguros y la inversión. Son estas “instituciones colaboradoras”, las que proponen y en última instancia llevan a cabo las iniciativas y actividades en materia de educación financiera, limitándose el papel de los organismos promotores, al fomento, organización y coordinación de las iniciativas de Educación Financiera. De alguna manera el PEF constituye un buen ejemplo de colaboración público-privada de alcance social, encaminada a la consecución de un objetivo de interés general, como es la mejora de la capacidad de los ciudadanos para administrar sus finanzas y mejorar así el bienestar de la sociedad.
 
 
Desde el inicio del Plan de Educación Financiera en 2008, y a lo largo de su recorrido, se observa una mayor implicación, por parte de los actores sociales a lo largo de estos años, en promover la divulgación de la educación financiera entre la población española. No obstante, quedan retos pendientes de abordar en un futuro próximo –con la renovación del Plan en junio de 2017–, entre ellos, incrementar el número de beneficiarios del PEF y aprovechar las sinergias surgidas de la interacción entre los distintos proveedores de educación financiera.
 

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