El telegrama, leído en Cadena Ser, va dirigido a la vicepresidenta de Castilla y León. Señoría, su dimisión fulminante, apenas veinticuatro horas después de dar positivo en un control de alcoholemia en el kilómetro 118 de la A-6 junto a la población abulense de Arévalo, acredita unos reflejos políticos muy apreciables que tanto se echan en falta. Sin aferrarse a explicaciones y excusas para seguir al modo Bárcenas, Rita, Cospedal, Rus, Rato, Blesa, Carlos Fabra, Matas, ha optado por abandonar. Prefiere la escondida senda por la que han ido los pocos honrados que en la política han sido. Pero evitemos alarmas, se trata de un caso aislado. Su ejemplo no cundirá.
De acuerdo al estudio ‘El mercado de alquiler: fuente de desigualdad social’, elaborado por Javier Gil, Miguel García-Duch, Lorenzo Vidal y Miguel A. Martínez,…