El ministro de Interior en funciones recuerda que el gobierno andaluz y catalán no se sometieron al control parlamentario cuando estaban en situación de interinidad. Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior en funciones, aseguró en la COPE que el Gobierno de Mariano Rajoy no se niega a someterse al control parlamentario porque tenga “ningún temor a comparecer” ni por decir no, sino que “es una cuestión de principios” y para ajustarse a la legalidad y recalca que “si al final tiene que decidir el Tribunal Constitucional sentará jurisprudencia y será bueno para todos” para que “si en el futuro se produce una situación como ésta todos sepamos a qué atenernos”.
Fernández Díaz asegura que si le llaman a comparecer en el Congreso no irá como hizo ayer el ministro de Defensa, recalcando que Pedro Morenés “no ha actuado unilateralmente” y dice varias veces que “es una es una cuestión de fuero y no de huevo” señalando que en opinión de los servicios jurídicos del Estado un gobierno en funciones no tiene confianza de la Cámara y debe limitarse al despacho de los asuntos ordinarios y no debe rendir cuentas a un congreso que no le ha dado dicha confianza”, recordando que Mariano Rajoy fue investido presidente por el anterior Congreso.
“Este congreso todavía no ha investido a nadie”, recalcó, para después añadir que “la principal prioridad de este Congreso de los Di debe ser investir a un nuevo presidente, que conforme un gobierno y ese gobierno se someterá al control parlamentario.
Recalca que el Gobierno no se niega a comparecer porque tenga miedo sino que hay conflicto de jurisdicción el Poder Legislativo considera que el Gobierno debe comparecer y un gobierno en funciones que considera que no.
Reconoce que “la verdad es que estamos situación nueva pero recuerda que ni el gobierno en Andalucía ni el de Cataluña fueron sometido a control parlamentarios cuando estuvieron en situación de interinidad.
Y subraya que se control se limita casos extraordinarios en los que las decisiones del gobierno en funciones puedan condicionar la posición de un futuro Ejecutivo, y ha puesto de ejemplo lo que ha pasado con la posición española en el Consejo Europeo en materia de política de refugiados en la que “se tuvo que obtener la aquiescencia de la Cámara por parte del ministro de Exteriores”.
