Médicos y enfermeras, enfrentados por el contagio de Teresa Romero

Chismes y apuntes

Médicos y enfermeras, enfrentados por el contagio de Teresa Romero

La auxiliar contagiada de ébola defiende que avisó a la médico de familia que la atendió en el centro de salud que había tratado a pacientes con ébola, algo que niegan los facultativos. Sigue la polémica sobre el contagio de Teresa Romero y los ‘errores’ que se cometieron desde que comenzó a presentar los primeros síntomas de ébola. Por si no fuese suficiente con las acusaciones vertidas por la Consejería de Sanidad madrileña sobre el asunto, ahora médicos y enfermeras se están tirando los trastos a la cabeza al responsabilizar al contrario de los fallos en el protocolo. Sea como sea, nadie asume su responsabilidad.

Las enfermeras siguen defendiendo la correcta actuación de su compañera, quien ayer, en una entrevista con El Mundo, dio algunas de las claves sobre los días previos a su ingreso en el Hospital Carlos III. Según la auxiliar, ella informó de que había tratado a pacientes con ébola a la médico de familia que la atendió en el Centro de Salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón, y dijo que pese a ello la facultativa sólo le recetó paracetamol.

Y estas declaraciones son, precisamente, las que han provocado el ‘choque’ entre colectivos. Las palabras de Romero han caído como un jarro de agua fría entre los médicos, que se han apresurado a negar la mayor. Tanto el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) como la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts) han emitido sendos comunicados en los que, pese a alegrarse de la recuperación de la auxiliar, cargan duramente contra ella por lo dicho sobre la médico que la atendió en el ambulatorio.

Ambas organizaciones defienden la “correcta” actuación de la médico de familia e insisten en que en ningún momento se le dijo que Romero hubiese estado en contacto con pacientes enfermos de ébola, e incluso recuerdan que se opusieron a la campaña de “criminalización” que inició el consejero Javier Rodríguez contra la auxiliar.

Pero sus críticas no acaban ahí. De esta forma, mientras que el ICOMEM lanza un mensaje a la auxiliar pidiéndole “cordura y sensatez” para evitar en un futuro nuevas declaraciones que impliquen “imputaciones infundadas, graves e injustas”, Amyts dice esperar que las palabras de Romero queden como una simple “anécdota” propia de la situación clínica en la que se encuentra, ya que ha “faltado a la verdad” al decir que avisó de que había atendido a pacientes con ébola. Asimismo, le piden una rectificación por hacer lo mismo que hizo Rodríguez con ella: poner en duda el trabajo de una profesional.

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