Problemas de nuevo en la Troika: el FMI abronca al BCE

Crisis del euro

Problemas de nuevo en la Troika: el FMI abronca al BCE

Sede del FMI

El organismo que dirige Lagarde llama la atención de Mario Draghi sobre el riesgo de deflación que sobrevuela la zona del euro. La Troika –la tríada de rescatadores compuesta por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea– no siempre está de acuerdo, pese a las apariencias. El FMI y la Comisión ya se acusaron mutuamente hace unos meses de haber agravado la crisis griega. El episodio más reciente de tensión, de esta misma semana, tiene como objeto de polémica la inflación en la zona del euro.

El informe de perspectivas mundiales del organismo que dirige Christine Lagarde ha disparado esta semana las alarmas en torno a este fenómeno de baja inflación, al que ven un 20% de posibilidades, y urge a actuar a un BCE que lleva meses negando el riesgo de deflación, tal y como puso de manifiesto Mario Draghi en la reunión del Consejo de la institución celebrada la semana pasada.

“Dado el débil y frágil crecimiento y la inflación muy baja, son necesarios más estímulos monetarios para alcanzar los objetivos de inflación del BCE, por debajo pero cerca del 2%”, apunta el informe, que plantea posibilidades como nuevas rebajas de los tipos de interés (ya en un suelo histórico del 0,25%), tasas negativas de depósitos (que resten atractivo al ahorro y favorezcan el crédito) y operaciones refinanciación de largo plazo para las pymes, entre otras. «El BCE está estudiándolas y esperamos que las ponga en marcha tan pronto como sea posible técnicamente. Cuanto antes lo hagan, mejor», subrayó hace unos días en rueda de prensa Olivier Blanchard, economista jefe de la institución.

Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se ha mostrado este jueves convencido de que el BCE «está preparado para actuar», y que si se mantiene la baja inflación en la zona euro tomará medidas no convencionales. «En estos momentos, están todas las alternativas abiertas y el BCE elegirá la mejor», señaló De Guindos en declaraciones a RNE.

El titular de Economía afirmó, en línea con las palabras de Draghi, que Europa no va a entrar en deflación, pero sí reconoció que la baja inflación que registran los países de la zona tiene «ventajas e inconvenientes» para un país como España. Entre las ventajas, citó las ganancias de poder adquisitivo, y en cuanto a los inconvenientes, explicó que «en un país endeudado, si la inflación es muy baja también el esfuerzo que hay que hacer para pagar las deudas es superior; es una cuestión a tener en consideración».

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