Cárceles de pago

Política penitenciaria

Cárceles de pago

Diego Carcedo, periodista

Alemania y Dinamarca ya cobran por ofrecer pensión completa en una celda de reclusión forzosa y Holanda quiere seguir el ejemplo. Ingresar en la cárcel a cumplir una condena está dejando de ser gratis. ¡Qué se creían los delincuentes! En algunos países, como Alemania y Dinamarca ya cobran los estados por ofrecer pensión completa en una celda de reclusión forzosa. Ahora es Holanda, otro país avanzado que está decidido a seguir el ejemplo que, sospecho, pronto se irá extendiendo al Sur. La filosofía de esta medida es que ya está bien que los condenados además de delinquir luego sean premiados con alojamiento a techo y comida suficiente. El escarmiento no tendría por qué costarles tanto dinero a los contribuyentes.

Si el proyecto prospera en el Parlamento de La Haya, y todo hace pensar que sí, los internos, como se les denomina eufemísticamente, tendrán que abonar dieciséis euros diarios por los servicios que reciben. No llega para equilibrar los gastos penitenciarios, que van en aumento, pero sí para paliarlos. La crisis, que por ahí afuera también estimula las seseras de los recaudadores, recomienda que así se ingresarán unos milloncejos que no le vendrán nada mal al presupuesto. Habrá problemas, eso tampoco lo ignoran, para cobrar, pero eso se arreglará.

¿Cómo? Pues imitando al comercio, dando facilidades de pago. Los condenados que tengan capital o ahorros, que los hay y bien forrados, pagarán por adelantado la factura de dos años antes de ingresar. Y los que no tienen un euro, que incluso son más abundantes, lo harán al abandonar la prisión, cuando puedan trabajar y empiecen a ganar dinero. Entonces abonarán sus deudas carcelarias en plazos que la Administración procurará que no resulten agobiantes. Como a veces el remedio es peor que la enfermedad, nada sería peor que los ladrones, por ejemplo, tuviesen que volver a robar y los estafadores a estafar para pagar el pufo que dejaron en la prisión.

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