El diario neoyorquino argumenta que el radicalismo conservador español se esconde, fundamentalmente, entre las filas del PP. The Wall Street Journal ha publicado un artículo en el que señala el auge de la extrema derecha que sufre España. El diario argumenta que las devastadoras consecuencias de la crisis económica han llevado a parte de la ciudadanía a abrazar ideas extremistas.
Para ilustrar su tesis, el medio neoyorquino menciona el escándalo ocurrido el pasado verano cuando se filtraron desde las redes sociales unas fotos de miembros de las Nuevas Generaciones del PP con simbología franquista, el asalto a la librería catalana Blanquerna el pasado 11 de septiembre que fue perpetrado por una quincena de extremistas y el proceso que ha abierto recientemente la justicia argentina contra los crímenes franquistas.
Además, los periodistas del diario han hablado con varios expertos en la materia. El más conocido es Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Según explica The Wall Street Journal, la asociación de Ibarra advierte que cada vez hay más incidentes “de bajo calado” relacionados con la extrema derecha. Y cita la discriminación laboral y las pintadas racistas como ejemplo que ilustra su teoría de que España vive su “peor ola de extremismo ultraderechista” desde los años 90.
No obstante, es el propio periódico estadounidense el que se encarga de matizar que el principal partido de extrema derecha en España ahora mismo, Alianza Nacional, apenas cuenta con 300 militantes realmente implicados en el proyecto. Unas cifras irrisorias si se comparan con la influencia que tiene Amanecer Dorado en Grecia, Finlandeses Verdaderos en Finlandia o el Frente Nacional en Francia.
¿Qué explicación da entonces The Wall Street Journal? Pues que buena parte del radicalismo reaccionario español se encuentra dentro del partido que gobierna: el PP de Mariano Rajoy.
