Prisioneros

La butaca

Prisioneros

Cartel de Prisioneros

Denis Villeneuve Denis Villeneuve fue uno de los grandes protagonistas de la pasada edición del Festival de San Sebastián, donde presentó dos películas, ‘Enemy’ y ‘Prisioneros’. La primera de ellas, pendiente de estreno, generó sensaciones encontradas; pero con la segunda, que llegó a la cartelera hace un par de semanas, el realizador canadiense ha conquistado a crítica y público, especialmente a los amantes de ‘thriller’.

Dos horas y media con los nervios a flor de piel es lo que ofrece Villeneuve en su primera incursión en Hollywood. La cinta recoge el sufrimiento de dos familias tras la desaparición de sus hijas, que se encarga de investigar el detective Loki. Los minutos se convierten en horas y la única pista es una autocaravana que estaba aparcada anteriormente su calle, cuyo conductor es puesto en libertad por falta de pruebas. Ante la desesperación, Keller Dover, el padre de una de las niñas, decide tomarse la justicia por su mano.

“¿Hasta dónde está dispuesto a llegar un padre para proteger a su familia?”, finaliza la sinopsis oficial de la película. Dover, que desde un principio ya se muestra excesivamente protector con su hija, se llena de odio hasta convertirse en un auténtico monstruo.

Villeneuve muestra sin tapujos los infiernos del ser humano y hace partícipe al espectador del dilema moral de los personajes del filme, pues uno no puede evitar pensar qué haría en esa situación o qué estaría dispuesto a permitir hacer a los demás.

Esta tensión y la intriga derivada de los constantes giros de guión mantienen el pulso durante todo el metraje. Que más de 150 minutos de película no se hagan largos es difícil, y el director francófono, junto al guionista Aaron Guzikowski, lo consigue sin dejar puntos de flaqueza narrativa.

Por su parte, la fotografía de la cinta es sobria, pero no por ello deja de ser correcta. Es lo que pide la historia, no hace falta más. El desarrollo de los acontecimientos, la transformación de los personajes y las grandes interpretaciones nos sumergen en el filme. Los hechos ocurren en una ciudad cualquiera de EEUU, no importa dónde.

Un Hugh Jackman al límite contribuye a mantener la tensión. Aunque también hay que destacar la actuación de Jake Gyllenhaal en el papel del policía que investiga el caso, en ocasiones contenido, en otras excesivo, pero del que no sabemos prácticamente nada.

Las referencias de la película están claras. Recuerda a ‘Mistyc River’, en la que el padre de la víctima también está dispuesto a actuar al margen de la ley. También a las películas de David Fincher ‘Seven’ y, sobre todo, ‘Zodiac’, sin llegar a ser tan confusa y enrevesada.‘Prisoneros’ se convierte así en un ‘thriller’ imprescindible, que se sumará a estas tres obras en la lista de las grandes del género.

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