Los empresarios madrileños achacan la caída del turismo a la mala gestión de Botella y González

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Los empresarios madrileños achacan la caída del turismo a la mala gestión de Botella y González

Ana Botella e Ignacio González

En el sector turístico de Madrid hay casi unanimidad al señalar quiénes son los culpables de la caída experimentada por el sector en la capital: las políticas desafortunadas de Ana Botella e Ignacio González, Ayuntamiento y Comunidad, respectivamente.

Una de las principales problemas de Madrid, según fuentes del sector, es que faltan recintos adecuados para la celebración de eventos que están detrás de éxitos en el turismo en ciudades como Barcelona, por ejemplo.

La Ciudad Condal cuenta con bazas para atraer el turismo joven como sus dos festivales musicales de amplio prestigio internacional: el Sónar y el Primavera Sound, perfectamente consolidados con un impacto conjunto de unos 120 millones de euros, según los cálculos de los promotores de conciertos.

Y es que la capital catalana han sabido enfocar el turismo. Organizan festivales musicales, Sónar o Primavera Sound, provocando que acuda en masa jóvenes procedentes de diversos países. Con ello, han conseguido que el nombre de Barcelona ‘suene’ por cualquier rincón, el de Madrid ya no.

También han logrado que el tráfico aéreo aumente de una manera notoria. Sólo en el Primavera Sound, el tránsito de aviones en El Prat subió un 2%, lo que permitió que por primera vez el aeropuerto catalán superara a Barajas.

Y eso es posible porque Barcelona cuenta con infraestructuras como el Fórum, donde se realizan Primavera Sound, Cruilla y Sonisphere. En Madrid, no hay instalaciones similares. El dinero se usó para construir la Caja Mágica o el Madrid Arena, recintos deportivos pensados para los Juegos Olímpicos.

Después se ha podido comprobar que esos lugares no eran adecuados para la celebración de eventos musicales. Muchas bandas internacionales de tipo medio que antes captaban público de todo el país no tienen literalmente donde tocar. Y ya no pasan por Madrid.

Tampoco las grandes, que incluso prefieren detenerse en Lisboa. En este caso, el problema sería el IVA Cultural que hace imposible a los promotores privados pagar los caches de las estrellas.

Pero las injerencias políticas, en general y los recortes han devastado a un sector que siempre es atractivo para el turismo. El último episodio se ha producido en el Teatro Real, que ha visto cómo ha sido destituido su director artístico (Gerard Mortier) con lo que han puesto en peligro una programación que estaba llena de estrellas internacionales que, quizá ahora, no acudan a Madrid.

No sólo se queja este sector. Otros como los relacionados con el turismo de negocios, plantean problemas similares. No hay tampoco instalaciones adecuadas, excepto el Palacio de Congresos para atraer a este tipo de viajeros.

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