Las plegarias de Mariano Rajoy han llegado a oídos de los comisarios europeos. Bruselas está barajando un cambio de método en el cálculo del déficit público que facilitaría que España pudiera cumplir con los exigentes objetivos pactados con las autoridades comunitarias sin necesidad de más recortes.
Fuentes de las instituciones comunitarias han confirmado a Europa Press que la nueva fórmula de cálculo se está debatiendo actualmente en Bruselas. De salir adelante la reforma, los países de la Eurozona más afectadas por la mordida de la actual crisis, como es el caso de España y las llamadas economías europeas, serían los más beneficiados. De hecho, estas mismas voces apuntan que el equipo de Rajoy habría mostrado “mucho interés” en el cambio.
Las novedades a la hora de calcular la salud de las finanzas públicas pasarían por modificar la forma en que se cuantifica el llamado déficit estructural, el desfase presupuestario que se estima para un país en condiciones neutras, sin tener en cuenta el impacto de la crisis. Desde esta cifra, la Comisión Europea traza los demás números. Así, se da un mayor peso a éste en lugar de al cíclico, que sí recoge el efecto de la coyuntura económica del momento.
Con la entrada en vigor del nuevo método, según The Wall Street Journal, se reduciría la estimación de déficit estructural y así los países más apremiados por sus objetivos de déficit podrían recurrir a menos ajustes y recortes para cumplir con Bruselas. Un balón de oxígeno que podría aprobarse la próxima semana y, por tanto, ya sería de aplicación para los cálculos de otoño de la Comisión.
El dato definitivo, con independencia de la fórmula por la que finalmente se opte, saldrá a la luz el próximo 5 de noviembre. El último aviso al Ejecutivo español antes del recuento definitivo de final de año que, de resultar superior al 6,5% comprometido, supondría una automática mayor vigilancia de las finanzas del país.
