La vicesecretaria general de los socialistas, Elena Valenciano, ha denunciado que con Rajoy en el Gobierno España ha endeudado a 16 millones por hora. Mientras, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que si Zapatero hubiera “controlado” el déficit público, no habría crecido tanto la deuda.
Sáenz de Santamaría ha asegurado que hay que desligar el aumento de la deuda de las administraciones públicas hasta el 92,2% del PIB en el primer semestre de la recuperación económica, porque todos los datos «hay que verlos en su conjunto», según Efe.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha añadido que el repunte de la deuda pública es consecuencia, sobre todo, de que el Tesoro ya ha colocado el 80% de las emisiones previstas, pero también del endeudamiento por el pago a proveedores y del proveniente por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
El aumento de la deuda de las administraciones públicas en el primer semestre está por encima del límite del 91,6% marcado para todo 2013.
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha denunciado que desde que Mariano Rajoy llegó a la presidencia del Gobierno ha endeudado a los españoles a un ritmo de 16 millones por hora.
Valenciano ha publicado en su cuenta en Facebook que desde que Rajoy gobierna «la deuda ha aumentado 390 millones cada día; o, si lo prefieren -añade-, Rajoy nos endeuda a los españoles a un ritmo de 16 millones de euros a la hora».
La número dos del PSOE se refiere en su comentario al «milagro económico español del que habla Montoro y que no es otro -apunta- que la deuda pública de España que ya es de casi 950.000 millones de euros».
Valenciano calcula que, si el Gobierno «sigue este ritmo» en una legislatura a la que le quedan aproximadamente 800 días, «rebasaremos con creces el billón de euros de deuda pública» y agrega: «Y estos son los que hablan de austeridad».
Para Valenciano, los ‘populares’ «con una mano le sacan el dinero del bolsillo a la gente, le recortan la sanidad y la educación, y con la otra, se endeudan hasta las cejas», mientras que los intereses «que pagamos entre todos, nos abruman».
