El hundimiento de Pescanova ya alcanza cifras grotescas. La compañía que hace sólo unos meses era buque insignia de la industria española ahora vale lo mismo que 23 kilos de percebes de primera calidad, y de oferta. Partiendo de los poco más de 100 euros que Carolina Masaveu acaba de pagar por un 3,74% de la gallega, hacerse con el control total tiene un precio de ganga de sólo 2.874 euros.
Convertirse pues en el nuevo ‘Capitán Pescanova’ es ahora más fácil que nunca. Eso sí, considerando que los accionistas actuales de la pesquera estuvieran dispuestos a vender al irrisorio precio de 0,0001 euros por título. Una valoración de la que, según los analistas, es más que probable que sólo la rica heredera asturiana vaya a poder beneficiarse por ahora. Y es que, a pesar de la abultadísima deuda que pesa sobre la compañía, se espera que el valor de la misma se recupere una vez que sus actuales administradores concursales comiencen a poner sus finanzas en orden.
En virtud del precio desembolsado por Masaveu, la crisis de Pescanova se habría llevado por delante nada menos que un 99,9983% del valor de mercado de la compañía. No sólo eso, sino que cada una de las acciones del grupo gallego estaría cotizando 100 veces por debajo del precio mínimo que una compañía puede marcar en Bolsa española: el famoso céntimo por acción en el que Banco de Valencia pasó atrapado sus últimos meses de existencia.
De los casi 170 millones de euros que la de Fernández de Sousa valía en el parqué antes de saltar por los aires sus supuestas artimañas contables, a valer ahora menos de lo que en fechas próximas a la Navidad vienen costando tres kilos de las apreciadas angulas. Sin embargo, entrar en Pescanova aún a estos precios dignos de descuento por liquidación tiene más costes que los que la operación de Masaveu ha dejado entrever. Y es que, sobre la cotizada apartada de negociación desde marzo pesa una deuda financiera de 3.281 millones y un agujero contable de nada menos que 927 millones.
El fuerte descuento conseguido por la inversora asturiana se explica, según los expertos, en las prisas por vender del fondo estadounidense Capital Research, que tras haber llegado a la foto de medio año con su participación en Pescanova lastrada y congelada habría decidido hacer las maletas a cualquier coste. Sin embargo, el resto de accionistas de referencia de la gallega no parecen dispuestos a seguir sus pasos y, aunque en gran medida han provisionado casi por completo sus inversiones, han anunciado en repetidas ocasiones su interés por reflotar al gigante del congelado.
Para este menester, se ha convocado una junta de accionistas para el próximo 12 de septiembre en la que los administradores concursales de Deloitte tendrán que rendir cuentas de sus primeros meses al frente de la compañía y de las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora por ellos mismos y sus colegas de KPMG en la maraña empresarial de Pescanova. A ella, Masaveu acudirá como la sexta inversora con más poderío en su capital por un módico precio de 107,5 euros a través del mercado de operaciones especiales vetado para la gran mayoría de un público inversor minorista que podría estar interesado en entrar en la vieja gigante a precio de todo a cien.
