Los bancos centrales aúpan a máximos insólitos el mercado de ‘bonos basura’

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Los bancos centrales aúpan a máximos insólitos el mercado de ‘bonos basura’

Sede de la FED

El mercado de ‘deuda basura’ está más activo que nunca antes. Los bajos tipos de interés oficiales que han decretado los bancos centrales de buena parte de las economías desarrolladas han llevado a muchos inversores a asumir el riesgo de apostar por bonos de baja calidad con tal de conseguir abultados rendimientos. Sólo en EEUU, se mueven ya dos billones de dólares en este tipo de papeles de deuda.

Desde que a finales de la década de los 90, los bancos centrales comenzaron a reducir sus tipos de interés de referencia, el crecimiento de emisiones de ‘bonos basura’ ha sido más que exponencial. En 1997, tan sólo circulaban papeles de alto riesgo por 247.000 millones de euros en EEUU, según los registros de Morgan Stanley. Una cifra que supone que en los últimos 16 años se ha multiplicado por ocho el tamaño de este mercado apto sólo para las carteras de inversión más osadas.

Desde que las compañías de finanzas más quebradizas comenzaron a recurrir para su financiación a los mercados mayoristas se tardó nada menos que tres décadas en conseguir alcanzar el primer billón de dólares en circulación. Después, en sólo siete años se consiguieron sumar otros dos billones debido a la mayor demanda de bonos de alto rendimiento que año tras año había venido animando a las empresas.

Mientras tanto, el mercado de los bonos de grado de inversión sólo ha crecido la mitad en el mismo tiempo, aunque se suma ya un volumen total de 4,2 billones de dólares. Una circunstancia que se explica en que las emisiones de estos papeles de alta calidad crediticia suelen ser por importes mucho más elevados que los de tipo basura. También, apuntan los analistas, porque las necesidades de financiación de las grandes compañías internacionales -normalmente con una buena calidad de deuda- son mucho mayores que las de baja calidad, normalmente focalizadas en mercados domésticos.

Sin embargo, las voces de alarma comienzan a saltar. Después de años en que los inversores se han lanzado a la búsqueda de papeles de deuda de alto rendimiento, las estrecheces económicas globales hacen que el riesgo de impago e incluso de quiebra de muchas compañías emisoras sea cada vez más elevado. Más aún cuando algunos grandes bancos centrales comienzan a plantearse una posible subida de los tipos tan pronto como se vislumbren los primeros síntomas de recuperación económica, tal y como en los últimos meses viene barajando la Reserva Federal de EEUU.

Pese a todo, los inversores más osados siguen apostando fuerte por los papeles de alta rentabilidad aún a riesgo de perder su inversión. Tanto es así que gestores especializados consultados por Bloomberg ven muy probable que en la próxima década vuelva a duplicarse el volumen de mercado de los papeles de rango especulativo. Los ‘high-yield’, como se los denomina en los mercados anglosajones, además abarcan un cada vez más amplio abanico de compañías debido a los frecuentes recortes de ‘rating’ de las agencias internacionales de calificación de deuda.

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