Bañuelos patina con Amper y ya pierde un tercio de su inversión

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Bañuelos patina con Amper y ya pierde un tercio de su inversión

Sede de Amper

Al empresario Enrique Bañuelos le está saliendo cara su vuelta a las finanzas españolas. Apenas siete meses después de haber hecho efectivo su desembarco en Amper, el saguntino ya ha perdido un tercio de su inversión: tres millones de euros. Si a su primer golpe de chequera se suma el importe ya comprometido para una próxima ampliación, el agujero en su cuenta de valores alcanza los cinco millones.

Una apuesta cara, por el momento, la de Bañuelos por Amper. La cotizada española de tecnología fue su escogida para regresar a las finanzas patrias después de años centrado en Latinoamérica, especialmente en Brasil, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria que lo convirtió en multimillonario. Y, sin embargo, lo peor podría estar por llegar, pues los analistas técnicos ven tendencia bajista para la gráfica de la compañía la miren por dónde la miren.

El último jarro de agua fría sobre Bañuelos y sus socios de inversión lo han traído los resultados semestrales de la compañía. A pesar de las múltiples medidas de reestructuración puestas en marcha desde la llegada del valenciano -entre ellas varias rondas de despido de personal- Amper registró pérdidas por 11,97 millones de euros, un 30% más que hace un año y más allá de las previsiones de los expertos más pesimistas de cuantos siguen la evolución de sus negocios.

La que prometía ser la nueva despensa de ganancias de Amper con la llegada de Bañuelos, Latinoamérica, se ha convertido de hecho en un quebradero de cabeza para sus financieros. Según ha explicado la propia compañía, la depreciación del real brasileño y del bolívar venezolano frente al dólar y el euro ha sido uno de los factores que con más dureza ha golpeado el balance semestral de una cotizada que ya roza la categoría de ‘penny stock’ al coquetear con la preciada cota del euro por título, muy a pesar de los gestos de respaldo del saguntino.

En este sentido, Bañuelos ha costeado su voluminoso desembarco en la cotizada a razón de 1,70 euros por acción de Amper. Un precio que desde su entrada efectiva como accionista, la gráfica de la compañía no ha visitado ni de lejos. A cierre de julio, se queda en los 1,14 euros por acción que dan lugar a unas abultadas pérdidas latentes para la cartera de valores del saguntino. Más aún cuando ya tiene comprometidos otros cinco millones de euros para incrementar posiciones en la compañía que, una vez se conviertan en acciones, quedarían automáticamente convertidos en 3,35 millones a precios de mercado de este cierre mensual.

Amper encuentra ahora el soporte más sólido a su senda bajista en la zona de los 1,10 euros por acción. Una cota que de perderse daría pie a nuevos y sonoros retrocesos en la gráfica de Amper para mayor dolor de bolsillo de Bañuelos. Por arriba, sólo la superación de los 1,20 euros unitarios haría pensar en un posible giro alcista que pudiera igualar la realidad con el grueso desembolso del valenciano.

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