La especulación más genuina se ha adueñado de la negociación de Sniace en los últimos días. La posibilidad de que sus recientes acuerdos con el Gobierno de Cantabria den lugar a un giro alcista en su negocio ha provocado una avalancha de órdenes de compra oportunistas que en la última semana ya han aupado un 26% su cotización y algunos analistas prevén que el rebote se extienda hasta los 0,30 euros por título.
Aunque la volatilidad del valor, advierten los analistas que más de cerca siguen su evolución bursátil, sólo es apta para los inversores más duchos en prácticas especulativas al más corto plazo y con marcas de entrada y salida bien definidas, el tirón alcista que acumula Sniace atrae cada vez a más carteras. Y es que, según varios chartistas el próximo objetivo a conquistar por la firma de papel y energía supone un potencial alcista del 25% sobre su actual ‘rally’.
Mientras que la compañía no pierda de vista en Bolsa los 0,21 euros por acción y su cúpula directiva no lance ningún mensaje contrario a la mejora de negocio con la que el mercado especula, el potencial a corto plazo es uno de los más elevados del parqué madrileño hoy por hoy. Sin embargo, los expertos recuerdan el riesgo de entrar en un valor que con demasiada frecuencia sufre el denominado ‘efecto yoyó’: vertiginosos rebotes al alza seguido de rápidos y verticales recortes de precio -o al revés- de una sesión para otra o incluso a lo largo de una misma jornada.
A favor de los especuladores que desde el jueves pasado calientan su gráfica, juegan los gestos de buena voluntad del Gobierno de Cantabria, región en la que Sniace focaliza la gran mayoría de su actividad, por salvar el negocio de la cotizada. En concreto, el equipo que preside Ignacio Diego se ha comprometido a incluir de una de las dos turbinas de la fábrica de viscosa del grupo en el régimen especial de generación de energía y a modificar la tasa de saneamiento como consecuencia de la entrada en funcionamiento de la segunda fase de la depuradora de una de las fábricas de la compañía.
La pelota está ahora en el tejado de la cúpula directiva de la compañía, cuyo presidente ya ha amenazado en varias ocasiones con el cese de actividades. El propio Blas Mezquita ha declinado este miércoles tomar partido sobre el ofrecimiento de las autoridades cántabras y ha dejado aún abiertas todas las posibilidades. Un extremo que alimenta la incertidumbre en torno al futuro de la compañía y la especulación en torno a sus acciones. Por el momento, el único dato que ha dado ha sido el del impacto de la reforma energética del ministro José Manuel Soria en sus cuentas: 10 millones de euros.
En este mes de julio, uno de los gestores más activos negociando acciones de Sniace ha sido Renta 4. En concreto, el bróker español ha sido protagonista en un 37,6% del volumen negociado, con posturas bastante equilibradas a ambos lados de la ventanilla. Un guión que también ha seguido en estas últimas semanas Mercavalor, protagonista en un 15,9% del volumen total y también habitual de las apuestas del ‘trading’ intradía, según recuerdan varios gestores de carteras. Una circunstancia que apoya el discurso especulativo de los expertos más familiarizados con la compañía de papel y energía.
