Chile, máximo aspirante a convertirse en el ‘Silicon Valley’ de América Latina

Especial Inversión en Latinoamérica

Chile, máximo aspirante a convertirse en el ‘Silicon Valley’ de América Latina

La emigración de los principales cerebros ‘tecnológicos’ y la dificultades para encontrar financiación son los dos grandes problemas a los que deben hacer frente los países latinoamericanos en su camino para crecer en este sector del futuro. Chile parece estar cerca de encontrar la solución a los problemas.

El programa estatal ‘Start up Chile’ ha sido considerado en los últimos tiempos como la mejor iniciativa regional para intentar retener el talento y animar la creación de iniciativas tecnológicas en toda la región.

Y, de momento, parece llevar ventaja en la carrera por convertirse en la mejor réplica regional de Silicon Valley en la que también juegan sus cartas otros países como Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador o Perú, que han impulsado algunas iniciativas en ese sentido.

La competencia es dura porque se aspira a un mercado integrado de 600 millones de personas donde aún hay mucho espacio para hacer negocio porque la penetración del uso de la Red entre la población aún no alcanza el 50% del total, pero mantiene un crecimiento sostenido en los últimos años.

Por ahora, como decíamos antes, Chile parece mejor colocado que sus rivales en la carrera. Las cifras lo demuestran, su programa de intermediación para captar financiación que permita a los emprendedores tecnológicos desarrollar sus proyectos ha atraído a más de 600 aspirantes de 35 países. Especialmente latinoamericanos, por supuesto. Pero también de otros continentes.

Sin embargo, la capacidad de convertir ese atractivo en apuesta de futuro no acaba de cuajar, porque sólo el 25% de los proyectos iniciados se mantienen en la carrera al cabo de un año. Entre otras cosas por la dificultad de llegar a los mercados locales desde Chile, según explican algunos expertos.

Por su tamaño, Brasil debería ser el principal enclave tecnológico regional. Sin embargo, el hecho de que la participación de los emprendedores internacionales en los programas públicos del país esté limitada al 25%, impide, de momento, a los enclaves de esta nación convertirse en la gran plataforma de la innovación latinoamericana.

Las otras iniciativas, como las recientemente aprobadas por los gobiernos de Ecuador y Perú, se encuentran todavía en una fase demasiado incipiente, según los observadores, lo mismo que sucede en el caso de Argentina, quizá el mayor exportador regional de talento tecnológico.

Y, en ese escenario, persiste también una posibilidad inquietante para las naciones de la región, porque no sería imposible, más bien todo lo contrario, que si la situación no cambia pronto, finalmente sea EEUU, y alguno de sus enclaves con creciente presencia de capitalistas latinos, como quizá Miami, la localización en la que, finalmente, pudiera establecerse ese ‘Silicon Valley’ latino que está por llegar.

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