A vueltas con la ortodoxia

Mercados

A vueltas con la ortodoxia

En la cumbre europea celebrada el pasado 26 de octubre se dio un paso importante en la búsqueda de soluciones a la crisis soberana, aunque lamentablemente llegue tarde por la erosión en clave de confianza que se ha producido en el ínterin que ha trascurrido desde la reunión del Eurogrupo del 21 de julio. Mientras tanto, la confianza empresarial tiñe todavía más de oscuridad el escenario cíclico en la zona euro: la publicación de los índices PMI preliminares de octubre –tanto de manufacturas como de servicios- dio continuidad a la cesión que experimentaron otros termómetros de sentimiento en la región en el mismo periodo, llámese índice ZEW o índice IFO. El indicador compuesto cayó más de lo esperado por el consenso, desde 49,1 hasta 47,2, profundizando en zona de contracción de la actividad (lectura más baja desde julio de 2009). El nivel actual sería compatible con una cesión del PIB del orden del 0,3% intertrimestral en 4T11. Por ello, no hay que esperar grandes alegrías de cara al año que viene. Difícilmente el crecimiento promedio anual del PIB superaría niveles del 1% promedio anual en 2012 en un contexto de severa consolidación fiscal y con un apoyo más moderado del sector exterior.

Por ello, el papel del Banco Central Europeo, en la versión de política monetaria convencional, debe ser lo más generoso posible a partir de ahora, además de que, en la medida de lo posible, sería conveniente que complementara al EFSF (Facilidad Europea de Estabilidad Financiera) como “guardián” del mercado secundario de deuda pública (aunque en cierta medida suponga sobrepasar las funciones grabadas en sus estatutos). Es cierto que la inflación (en el entorno del 3%) sigue situada muy por encima del objetivo compatible con la estabilidad de precios, pero no lo es menos que no es descabellado a un proceso de deflación de salarios en un contexto donde los multiplicadores monetarios (crédito) siguen con un comportamiento disfuncional.

Más información