La posibilidad de que el presidente estadounidense Barack Obama decida finalmente levantar ciertas restricciones comerciales y sobre los viajes a Cuba ha dejado una puerta de esperanza entre los empresarios de Miami, que podrían encontrar en las ventas a la Isla una salida a los efectos de la crisis financiera internacional. Los expertos en el sector lo saben, y por eso han comenzado a presionar en el Congreso estadounidense para que Obama no retrase mucho más su decisión, algo que, de momento, parece altamente improbable.
En los últimos días ha salido a la luz un informe oficial realizado por J. Coleman, Jefe de la División de Agricultura y Pesca de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU, en el que se analizan los efectos que tendría en estas compañías el levantamiento de estas restricciones.
El documento recuerda que desde el año 2000, las exportaciones de alimentos de EEUU a Cuba se han más que triplicado, desde los 550 millones de dólares hasta los 1.800 millones que se registraron el pasado año, cuando EEUU pasó a convertirse, por irónico que parezca, en el quinto socio comercial del país caribeño.
Todos saben que el levantamiento de ciertas restricciones vino aparejado a los devastadores efectos del huracán Michelle. Pero ahora la Isla atraviesa por dificultades financieras aún mayores si cabe.
Por eso, los empresarios del sector agrícola, turístico y de las infraestructuras, también las portuarias, han comenzado a presionar para que Cuba se convierta ahora en la mejor medicina contra la crisis financiera.
