Industria y Economía chocan por el banco malo para las renovables

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Industria y Economía chocan por el banco malo para las renovables

La derrota del matrimonio Kirchner en las elecciones legislativas del pasado domingo ha convencido a los inversores. La Bolsa y la divisa del país subían con fuerza al cierre de esta edición, pero era el precio de los bonos el que se disparaba, haciendo caer en 65 puntos básicos el riesgo país, ante la perspectiva de que la pérdida de la mayoría en el Congreso obligará a la presidenta argentina a pactar con la oposición nuevas políticas de reactivación económica, especialmente en el sector agrario y en la búsqueda de financiación internacional.

«La reacción del mercado a las elecciones es positiva, ya que muestra un conformismo que apunta al equilibrio de las fuerzas políticas», aseguraron a Reuteres los analistas de Bacqué Sociedad de Bolsa. «Por esta razón, lo más evidente es la fuerte reacción de los títulos públicos, donde ahora el inversor externo puede creer que Argentina apunta hacia un panorama de mayor certidumbre», sostuvo.

El precio de los bonos a largo plazo subían al cierre de esta edición más de un 3%, dejando a las rentabilidades en mínimos de dos meses. El precio de los bonos «Par» en pesos se disparaban hasta un 9,7%. Como consecuencia, el riesgo país de Argentina, que calcula el banco JP Morgan y mide el diferencial de la deuda argentina sobre los papeles comparables de EEUU, caía 63 puntos básicos, hasta las 1.079 unidades.

La Bolsa argentina también registraba avances superiores al 2% al cierre de esta edición, y el peso argentino, aunque en los primeros compases de negociación cotizaba estable, subía a media sesión más de un 0,58%.

Los Kirchner han sufrido una contundente derrota electoral al perder las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires y en los otros cuatro grandes distritos del país, como la Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

Con el 87,62% de las mesas escrutadas, el ex presidente y candidato a diputado Néstor Kirchner había perdido por más de dos puntos frente al peronista disidente Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, donde votan el 38% de los argentinos.

Néstor Kirchner ha reconocido su derrota frente a De Narváez, con el apoyo del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. El ex presidente de Argentina rompió su silencio y compareció, ocho horas después del cierre de las urnas, ante los cientos de simpatizantes.

Aunque Néstor Kirchner ha evitado hacer una valoración sobre la derrota generalizada de su partido en los principales distritos del país y la pérdida de la mayoría parlamentaria, ha asegurado que han perdido por muy poquito y que han luchado con toda dignidad en Buenos Aires.

Con toda seguridad donde más ha dolido la derrota para el matrimonio Kirchner ha sido la sufrida en su provincia natal, Santa Cruz, en la que el ex presidente fue gobernador. La pérdida de la mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado hará que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, tenga que enfrentarse en los dos años y medio que le quedan de mandato con un Gobierno muy debilitado.

La derrota de los Kirchner en Buenos Aires, donde el ex presidente convirtió estos comicios en una gran lucha por el poder, refleja el desgaste que ha sufrido el matrimonio Kirchner. Estas son las primeras elecciones, desde 2003, en las que se ponía en entredicho su supremacía al frente del peronismo y los resultados finales van a dar también los primeros indicios sobre quiénes pueden ser sus posibles vencedores, para las elecciones presidenciales de 2011.

Los comicios han dado una victoria aplastante en la provincia de Mendoza al grupo radical del vicepresidente Julio Cobos, lo que proporciona un nuevo impulso a su posible candidatura. Igualmente importante ha sido la victoria de Carlos Reutemann en Santa Fe, que lanza también a este senador peronista antigubernamental a un primer plano con vistas a 2011.

Aunque la oposición continúa dividida y no hay un candidato presidencial común, los resultados electorales suponen una auténtica revolución y provocarán cambios fundamentales en la vida política argentina.

Francisco de Narváez y sus aliados, el alcalde de la capital, Mauricio Macri, y el peronista disidente Felipe Solá se presentaron ante sus electores para anunciar su victoria en la provincia y manifestar su alegría. Los radicales, por su parte, reconocieron la victoria de De Nárvarez y de Macri pero recordaron que serán la segunda fuerza política en el Congreso.

En la capital federal, donde la oposición estaba dividida entre conservadores, radicales y la izquierda, la victoria fue de la conservadora Gabriela Michetti, candidata del alcalde Mauricio Macri. El escaño de Elisa Carrió, candidata a diputada del Acuerdo Cívico y Social y dirigente de origen radical, estuvo en el aire hasta el ultimo momento, al confirmarse el ascenso del independiente de izquierda Fernando «Pino» Solanas, el director de cine, que desplazó a los radicales del segundo puesto en la capital.

En Santa Fe, la oposición llegó a las elecciones dividida entre el peronismo disidente y una alianza de socialistas y radicales. El senador Carlos Reutemann, peronista antigubernamental, logró conservar su puesto, lo que lo sitúa como claro candidato presidencial en 2011.

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