BMN ‘pone en liquidación’ sus participadas para evitar la nacionalización

Economía

BMN ‘pone en liquidación’ sus participadas para evitar la nacionalización

BMN necesita 2.208 millones de euros para cubrir sus necesidades de capital en el escenario más adverso contemplado por Oliver Wyman, y todos los rumores apuntan a que la entidad deberá acometer un plan de venta de activos si quiere evitar pasar a estar bajo control del Estado.

La entidad resultado de la fusión de Cajamurcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra, que había estudiado una integración con el Popular antes de la auditoría, espera reducir esta cifra a 500 millones de euros a través de la desconsolidación de activos traspasados al ‘banco malo’, o las ventas de parte de la cartera de renta fija o algunos negocios.

Si el plan recibe el visto bueno del Banco de España, los 500 millones restantes serían más fáciles de asumir, y podrían cubrirse a través de CoCos suscritos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que le permitirían esquivar la entrada del Estado en su capital a través de las ayudas de Bruselas. El fondo dependiente del Banco de España ya prestó hace dos años 915 millones de euros al banco para facilitar la integración de las cuatro cajas.

La cartera de participadas es una de las estrategias que puede acometer BMN para reducir a la mínima expresión las necesidades de capital. Entre las cotizadas en Bolsa, la entidad controla el 18,107% de Miquel y Costas, el 7,983% en Fersa, el 5,474% de Deoleo y el 4,41% en Laboratorios Rovi. Estas participaciones están valoradas a precios de mercado actualmente en 80,84 millones de euros, por lo que su venta sólo será un pequeño parche. BMN ostenta también una participación de un 3,709% de Cleop, actualmente en concurso de acreedores, heredada de Caixa Penedés.

La entidad, de la que el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, fue consejero independiente y formó parte del comité de auditoría, se salvó el año pasado in extremis de tener que recibir ayudas públicas para cumplir con la nueva normativa de solvencia gracias en parte a una emisión de bonos convertibles en acciones por valor de casi 250 millones de euros.

En concreto, sacó al mercado una emisión de 1.615 obligaciones con un valor nominal de 150.000 euros cada una y una rentabilidad fija anual del 8%. Con esta emisión de bonos, cuyo objetivo era convertirse en acciones como muy tarde en diciembre de 2014, el banco logró captar 242,25 millones de euros, al colocar entre los inversores un 25,11% de su capital social. Ahora estos títulos también están en el aire.

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