Los ‘280 socios insolventes de Bankia’ quitan el sueño al sucesor de Esperanza Aguirre

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Los ‘280 socios insolventes de Bankia’ quitan el sueño al sucesor de Esperanza Aguirre

Las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación esta mañana han inyectado incertidumbre en el entorno de Ignacio González, el sucesor ‘in pectore’ de Esperanza Aguirre, que hoy pronunciaba su discurso de investidura. Hay algunas filtraciones en marcha sobre los negocios mas ruinosos que realizaron las cajas de Bankia y una lista de 280 nombres de empresas que puede deparar muchas sorpresas desagradables a los políticos madrileños.

Hasta hoy, el nombre de esos socios inmobiliarios y el detalle de los negocios dudosos en los que invitieron las cajas que formaban parte de Bankia antes de la fusión sólo eran conocidos por los gestores bancarios de la Caja, pero hoy Ignacio González ha sabido que los hombres más cercanos a Rodrigo Rato manejaron esta información.

En concreto, José Manuel Fernández Norniella, que se encargaba de gestionar el negocio inmobiliario de la entidad y que, si son ciertas las informaciones publicadas, advirtió al consejo de la compañía de la existencia de esos 280 promotores inmobiliarios insolventes a quienes se prestó dinero y, lo que aún es más grave, de que el riesgo total superaba los 20.000 millones de euros, una cantidad, millón más millón menos, similar a la que más tarde pediría Goirigolzarri.

Norniella realizó la presentación de este devastador informe en diciembre de 2011, cuatro meses antes de que Rato abandonara la presidencia y cuatro meses después del ‘fiasco’ de su salida a Bolsa. Y, aunque las fechas, comprometen a todos los implicados en la crisis, desde el Banco de España a la Comunidad de Madrid, sin duda, la bomba de relojería más temible para los políticos aún en activo, son los nombres de esos 280 no buscados con los que tuvo que cargar Bankia.

La herencia envenenada de Bancaja y Caja Madrid y de los compromisos adquiridos por las autoridades políticas que condicionaron la gestión de estas entidades financieras. Por eso, todos se juegan mucho en este envite. Pero más, los responsables del PP de Madrid, donde aún no se ha producido la correspondiente depuración de responsabilidades políticas como consecuencia del escándalo. Algo que, por otra vía, si ha empezado a suceder en Valencia.

Algunos analistas de salón, habitualmente cercanos a los ambientes políticos conservadores de la Villa y Corte, creen que el relevo de Esperanza Aguirre es el principio de la depuración, pero que no podrá completarse mientras Ignacio González mantenga el liderazgo.

Y aseguran que la misión fundamental del nuevo presidente será forjar un pacto ‘interfamilias’ para evitar que este escándalo, que le va a pasar a los ciudadanos una factura del 3% del PIB, se los lleve a todos por delante.
Y todos son todos. También algún que otro notable político socialista, más o menos histórico, y unos cuantos cuadros sindicales de CCOO y UGT.

En estos días, los ‘ratistas’ ya han enseñado algunas cartas. Sin duda tienen más. Pero el mensaje es claro. Si alguien intenta que carguen con las ‘culpas’ de la presunta ‘estafa’ no le saldrá gratis. Más de uno que se creía fuera de peligro puede pagarlo muy, muy caro.

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