Las constructoras de infraestructuras, dispuestas a apoyar la reactivación económica

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Las constructoras de infraestructuras, dispuestas a apoyar la reactivación económica

Mientras las tensiones financieras a corto plazo zarandean a la economía española en su conjunto, las grandes empresas de infraestructuras, con su ministro de Fomento, José Blanco, a la cabeza se ofrecieron ayer a las autoridades políticas como uno de los instrumentos más eficaces para relanzar la economía a largo plazo.

Empresas de primera categoría mundial como Sacyr-Vallehermoso, Abertis y FCC, bien conocidas en los mercados latinoamericanos por haberse responsabilizado en la construcción de gran cantidad de proyectos mayúsculos de obra publica, aseguran ser capaces de desencadenar procesos de reactivación económica que volverían a poner en marcha una economía actualmente estancada, generando gran cantidad de empleo.

Emulando a Arquímedes, los constructores españoles insinuaron algo así como “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” Dadme un megaproyecto y multiplicare la actividad económica, vino a decir Luis del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso al poner como ejemplo su contrato para modernizar el canal de Panamá o la construcción de puente en el estrecho de Messina, que unirá Italia a Sicilia.

Del Rivero transmite a los políticos que le escuchan que tienen que seguir apostando por la realización de infraestructuras como desencadenantes de la actividad económica, “pues el 50% de los encargos que le efectúan los gobiernos es dinero que vuelve a las arcas publicas por tres Bias: el IVA, el IRPF y el impuesto de sociedades”.

Del Rivero tiene un formula para superar la crisis que n o es otra que hacer abstracción de las tensiones financieras impulsadas por el maligno sistema financiero anglosajón, fuertemente apalancado, y apoyarse en la construcción de infraestructuras a largo plazo, que además son generadoras de eficiencia y productividad. Brasil y México son sus apuestas a medio plazo en Latinoamérica; dos países que han sabido mantenerse alejados de las veleidades y sofisticaciones del universo subprime.

Como propuesta imaginativa para salir del círculo vicioso de la crisis financiera, Del Rivero lanza una idea que es valida para España con carácter inmediato y para algunos países latinoamericanos tras un periodo mínimo de adaptación. El presidente de Sacyr-Vallehermoso identifica al turismo anglosajón (los países ricos, en definitiva) de los mayores de 60 años como una mina de oro para algunos países mediterráneos y porque no del Caribe.

“Es preciso disponer de unas excelentes infraestructuras sanitarias, aeropuertos, carreteras, etc. y crear un entorno de calidad y seguridad para que unos pocos millones de jubilados decidan pasar los largos periodos del frío inviernos en estos países soleados y de un clima benigno. Tres millones de jubilados equivalen a 160 millones de turistas; gastan mas, pasan mucho mas tiempo y generan muchos mas puestos de trabajo que un turista ocasional de fin de semana.

La apuesta por la internacionalización es lo que ha salvado a las grandes constructoras españolas (OHL, FCC, Ferrovial, Sacyr-Vallehermoso, etc.) que han sabido auparse a los primeros puestos del ranking mundial. Baldomero Falcones, presidente y consejero delegado de FCC, cifra en un 44% de su actividad los ingresos que provienen del exterior y confía en que para 2013 el 60% de su cartera de pedidos tenga su origen en los mercados internacionales.

Del Rivero, que evalúa su cartera de pedidos en 8.200 millones de euros, afirma que “las dos terceras partes tienen su origen en los mercados internacionales, explicando que durante 2009 los cinco primeros grandes pedidos se consiguieron en Italia, Portugal, Chile, Australia e Israel. Hay que bajar hasta la sexta posición para encontrar una adjudicación en España y hasta el séptimo para que sea un contrato con una entidad publica”.

En cualquier caso los gobiernos de todo el mundo, presionados por las autoridades financieras supranacionales están inmersos en un periodo de reducción del gasto y a medio plazo no se vislumbra la convocatoria de grandes contratos. José Blanco, ministro español de infraestructuras, que abrió la segunda jornada de debates sobre evolución y perspectivas de la economía española en la UIMP, aseguro que es preciso caminar hacia un nuevo modelo de adjudicaciones en el que prime lo cualitativo sobre lo cuantitativo. “Hay que construir lo que sea necesario, impulsar aquellas infraestructuras que optimicen la inversión y apuesten por la eficacia. En el pasado se construyó demasiado sin pensar en si seríamos capaces de afrontar los costes de mantenimiento de todo lo realizado. En los próximos años vamos a reducir un 22% el volumen de lo acometido los últimos años”.

Todo ello lleva a la recuperación de un modelo que ya es sobradamente conocido, pero que en algunos países había caído en desuso: la finacacion publico-privada; o lo que es lo mismo los sistemas concesionales. Las grandes constructoras están desplegando sus ofertas a los gobiernos de todo el mundo. En asociación con grupos financieros multinacionales las empresas de infraestructuras están dispuestas a poner en marcha megaproyectos llave en mano que no comenzarían a ser sufragados por los promotores públicos hasta que estén terminadas y en la mayor parte de los casos mediante explotaciones concesionales a plazos de cuarenta o sesenta años. Una formula que permitiría reactivar el crecimiento económico, reducir el desempleo, estimular el consumo y aliviar las tensiones de financiación de los Gobiernos en estos tiempos de máxima ansiedad.

Lo que resta por ver es si el calendario permite conjugar los ofrecimientos empresariales que apuestan por políticas a largo plazo con las urgentes y apabullantes exigencias financieras que aquejan a los ministros de economía y Hacienda de todos los países ricos, que parecen no dejar oportunidades de llegar vivos al próximo fin de semana.

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