El abandono escolar, la calidad del aprendizaje y la presencialidad, retos de la educación en la era del coronavirus

Día Internacional de la Educación

El abandono escolar, la calidad del aprendizaje y la presencialidad, retos de la educación en la era del coronavirus

Se aleja la posibilidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para 2030.

Un profesor y alumnos en un aula en el inicio del curso escolar en Roma

Revertir el abandono escolar, asegurar la calidad del aprendizaje y mantener la presencialidad en las escuelas son algunos de los retos a los que se enfrenta la Educación en la era COVID-19, según advierten las ONG con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebra este domingo 24 de enero.

Tal y como precisa la ONG World Vision, los intentos por evitar una crisis de salud mundial se han materializado en cierres de escuelas en 194 países en todo el mundo, lo que ha afectado a casi 1.600 millones de estudiantes, más del 90% de la población escolar mundial.

Según precisa la organización, antes de la crisis de la COVID-19, 258 millones de niños y jóvenes en edad escolar de primaria y secundaria ya no tenían acceso a la educación y, ahora, las Naciones Unidas estiman que casi 11 millones de estudiantes de escuelas primarias y secundarias en todo el mundo, de los cuales 5,2 millones son niñas, corren el riesgo de no recibir educación después del cierre de escuelas.

Para la ONG Educo, la llegada de la COVID-19 ha provocado una «emergencia educativa sin precedentes» y ha «empeorado las desigualdades educativas que ya existían y que afectan especialmente a los niños y niñas más vulnerables».

«Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia están dificultando que millones de niños y niñas en todo el mundo puedan ejercer su derecho a la educación. Hay que dejar muy claro que la educación no es un servicio, sino un derecho, y como tal debe garantizarse. Por eso, los Gobiernos deben tomar todas las medidas necesarias para que así sea», ha afirmado la directora general de la ONG Educo, Pilar Orenes.

Ante esta situación, la ONG advierte que se está alejando la posibilidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para 2030, tal y como se habían comprometido los estados a nivel internacional.

Por ello, Educo considera que, en este momento y a causa de la pandemia, estos son los cinco retos que los Gobiernos deberían asumir como propios: revertir el abandono escolar, que ha aumentado por la pandemia; asegurar la calidad del aprendizaje; evitar más inequidad en el acceso a la educación para que niños y niñas tengan las mismas oportunidades ahora y en el futuro; abrir las escuelas siempre que sea posible; y ofrecer apoyo socioemocional a los niños y niñas en el entorno educativo.

«Hay que trabajar para que todos esos niños y niñas que han dejado la escuela desde el cierre de los centros educativos vuelvan a estudiar. Las causas son muchas, como verse obligados a trabajar porque la situación económica de la familia ha empeorado o que las clases son parcialmente a distancia y no tienen Internet ni otras herramientas o materiales para seguirlas», explica Pilar Orenes.

ABANDONO ESCOLAR EN ESPAÑA

Por otro lado, señala que el sistema educativo español también se ha visto a prueba durante los últimos 10 meses. «Enfrentamos prácticamente los mismos retos que el resto de los países y se necesitan abordar con urgencia problemas previos a la pandemia que, muy probablemente, la COVID-19 ha profundizado», señala Orenes.

Según advierte la ONG Aldeas Infantiles SOS, en España hay una tasa de abandono escolar temprano del 17,3%, la más alta de Europa, aunque precisa que este porcentaje se distribuye de forma «muy desigual».

Así, indica que los hogares que se encuentran en el quintil más bajo de renta es del 28,9%, mientras que en el más alto es del 1,6%. También añade que la tasa de repetición es «significativamente más alta» entre los niños y niñas de contextos sociales desfavorecidos.

Por ello, considera «urgente» que las becas y ayudas educativas lleguen a aquellos menores que las necesitan. «Hay que revisar los requisitos académicos. Si a un niño o niña que ha sido incapaz de cumplirlos porque no tiene los recursos necesarios se le deniega la ayuda, le estamos condenando al fracaso y al abandono escolar», asegura el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig.

Igualmente, Cáritas señala que la ausencia de una educación de calidad está en el origen de muchas desigualdades y, sobre todo, de la falta de oportunidades y de la pobreza.

Según los datos de Cáritas, en 2020, en más del 60% de hogares a los que atendió, al menos un menor tuvo dificultades para terminar el curso a causa de la pandemia; otro 27% tuvo serias dificultades en el seguimiento escolar por falta de medios, con las consecuencias de que un 19% hayan tenido que repetir curso y un 2% abandonaran los estudios.

En este escenario, la labor social de la Iglesia subraya que el acceso a la tecnología, o la denominada brecha tecnológica, es fundamental tanto para garantizar el acompañamiento escolar y curricular a distancia como para mantener a los alumnos conectados con el entorno educativo.

En este contexto, Save the Children insiste en la necesidad de mantener los colegios e institutos abiertos y solicita que se antepongan otras medidas para evitar así el cierre educativo.

«No sería justo que la infancia pagara las consecuencias de la relajación de las restricciones por la Navidad. El cierre de centros educativos debe ser el último recurso y una medida casi excepcional. Antes del cierre presencial, deben explorarse otras alternativas como nuevas reducciones en el tamaño de los grupos, el uso de otros espacios y, si no quedara otra opción, plantear una modalidad semipresencial con profesorado de apoyo», ha indicado la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo.

Coincide en este punto UNICEF, que propone además la vacunación prioritaria del profesorado y del resto de personal de los centros educativos, inmediatamente después del personal sanitario y la población vulnerable.

«Proteger a los docentes frente a la COVID-19 supone, a su vez, proteger a la infancia frente a la pandemia y, por tanto, garantizar que se cumple el derecho a la educación», ha asegurado el presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra.

Más información