La crisis sanitaria del covid-19 ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas. También en el comercio. Las restricciones establecidas por las distintas administraciones en los últimos meses han impulsado como nunca las ventas electrónicas. Un auténtico ir y venir de paquetes, ya fuera para llenar la nevera o hacer un regalo a esa persona que llevas tiempo sin poder ver. Hasta las cartas de los bares y restaurantes han cambiado, que han pasado a ser códigos QR. Un cambio que demuestra la importancia de los servicios de identificación automática y movilidad, de empresas como Logiscenter.
El sector de la identificación automática está cada vez más presente.
Lectores y generadores de códigos de barras, terminales, impresoras de tarjetas, TPVs y sus consumibles se usan cada vez más. Nadie concibe ya un negocio sin alguna de estas herramientas. Están en nuestro día a día.
La entrada de un concierto o de una obra de teatro cuenta con un código que requiere de un lector para ser leído. Lo mismo pasa con los mencionados QR en el sector de la hostelería.
El adiós al dinero en metálico parece estar cada vez más cerca y las soluciones del mercado aumentan gracias al desarrollo de la tecnología.
Desde la ya ‘tradicional’ tarjeta de banda magnética (crédito, débito…) a pagar una barra de pan con el móvil, donde hay sistemas que permiten ya el reconocimiento facial. Las opciones son diversas y la seguridad está más que garantizada. Y todas ellas encaminadas a facilitar el día a día.
Lejos quedan los días en los que, papel y lápiz en mano, se hacía inventario. Un proceso arduo, lento y que provocaba más de un dolor de cabeza a aquellos a los que le tocaba. Ahora todo está digitalizado, haciéndolo más rápido y eficaz. Leyendo un simple código se puede saber si el producto está en stock, dónde –en almacén o en tienda- o si hay que pedir más al proveedor.
Marcas como Zebra, Honeywell, Datalogic o Elo cuentan con un amplio catálogo de productos a disposición de las empresas, que no tienen por qué ser únicamente grandes multinacionales con naves y naves repletas de estanterías y que hacen envíos de una a otra punta del mundo. Cualquier hotel o restaurante puede encontrar en ellos un buen método para optimizar tanto su servicio al cliente como su gestión interna.
