El dilema del BCE ante el avance de la pandemia: ¿actuar ya o esperar hasta diciembre?

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El dilema del BCE ante el avance de la pandemia: ¿actuar ya o esperar hasta diciembre?

El mercado da por hecho que el BCE aprobará nuevos estímulos, y solo duda del momento elegido para el anuncio.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebra una nueva reunión de política monetaria en un momento en que los Gobiernos de todo el Viejo Continente vuelven a aumentar las restricciones ante la aceleración de la segunda ola de covid-19. El mercado da por hecho que los hombres de Christine Lagarde tendrán que poner más estímulos sobre la mesa, aunque los analistas se inclinan por pensar que esperarán hasta la reunión de diciembre y hoy solo esbozarán sus planes.

La opinión de BofA Global Research es que en diciembre, con unas perspectivas de inflación mucho más débiles que en septiembre, “el BCE se verá acorralado para añadir más estímulos”, según apuntan los analistas en un informe. “¿Podría actuar antes? Ciertamente, las perspectivas se han deteriorado, pero creemos que es probable que octubre sea demasiado pronto para tomar una decisión”. Por el contrario, “en diciembre se podría construir un consenso más amplio y las perspectivas del staff, incluso para 2023, permitirían una recalibración mejor informada del programa”.

Lo que parece claro, es que en todo caso el banco central no esperará hasta el próximo año. Con la munición PEPP, que al ritmo medio actual de compras duraría más allá de junio de 2021, “algunos podrían verse tentados a esperar más”, avisan los expertos del banco estadounidense, “pero creemos que el BCE se está quedando sin espacio para la complacencia”, teniendo en cuenta que “las perspectivas de inflación son más débiles que en septiembre” o que “no es seguro que el Fondo de Recuperación se apruebe en diciembre”.

Además, la segunda ola del virus ha llegado “antes de lo previsto” y “está claro que la pandemia durará más de lo previsto y, por tanto, el PEPP (diseñado para combatirlo) deberá ampliarse en diciembre a más tardar”. “Creemos que la renuencia a agregar más estímulos en diciembre podría crear un problema de credibilidad dados los pronósticos de inflación muy moderados que probablemente tendrá entonces”, añade BofA Global Research.

“El debate sobre el estímulo adicional del BCE ha pasado de ser una cuestión de ‘si’ a uno de ‘cuándo’”, apunta por su parte Nick Kounis, analista de ABN Amro, en otro informe. “Esto refleja los signos de que la economía de la eurozona está perdiendo impulso, de las débiles presiones inflacionarias, de la segunda ola del virus y las nuevas restricciones y de un cambio de tono por parte de los funcionarios del banco central”. En ese sentido, “¿podría el BCE sorprender con un movimiento antes de lo esperado en octubre?”, se pregunta.

“Si ya está claro que el banco central necesita moverse, entonces no debería demorarse”, explica el analista del banco holandés. “La acción preventiva también puede ser más poderosa que quedarse ‘detrás de la curva’ en términos de dar forma a las expectativas en los mercados financieros. Además, existe un argumento de gestión de riesgos, dado que las perspectivas podrían deteriorarse drásticamente en las próximas semanas si las tendencias del virus no mejoran y los gobiernos reaccionan intensificando considerablemente las restricciones”. Sin embargo, Kounis es de la opinión de que el BCE “se retrasará y esperará hasta diciembre”.

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