Guindos alerta de que los mercados están ignorando el riesgo de un Brexit sin acuerdo

Bancos centrales

Guindos alerta de que los mercados están ignorando el riesgo de un Brexit sin acuerdo

El vicepresidente del BCE reclama mejor gobernanza e instituciones que ofrezcan políticas predecibles.

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos

La evolución de la pandemia representa el principal factor de incertidumbre que pesa sobre la recuperación económica de la eurozona, que no será completa hasta finales de 2022 y en la que predominan los «riesgos a la baja», incluyendo que los mercados no están evaluando suficientemente la posibilidad de que haya un ‘Brexit’ sin acuerdo, según ha advertido el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.

«Los riesgos para la evolución económica son a la baja. La propia incertidumbre de la pandemia, pero también tenemos la posibilidad de que no haya acuerdo en el tema del ‘Brexit’, que es una cuestión que a veces los mercados no están descontando con toda su intensidad», ha alertado Guindos durante su participación en el ‘XI Encuentro Financiero Expansión-KPMG ‘.

En este sentido, el exministro español de Economía ha reiterado que la economía de la eurozona se ha comportado en general de acuerdo con las previsiones del BCE, que apuntan a una caída del PIB de la región del 8% para 2020, con un fuerte rebote en junio y julio e incluso agosto, pero una cierta pérdida de intensidad desde entonces

En cuanto a la evolución de los precios, Guindos ha mantenido la previsión de que la tasa de inflación de la zona euro «va a estar negativa prácticamente hasta final de año» como consecuencia del impacto de la pandemia sobre el consumo y por factores específicos como la bajada de IVA en Alemania, mientras que en 2021 se situará por encima del 1% y en el entorno del 1,3% para 2022.

«La recuperación es incierta, incompleta y desigual», ha resumido el banquero central, quien ha destacado que, ante la segunda oleada de infecciones en Europa, los gobiernos «no parece que vayan a aplicar confinamientos tan duros como en marzo», sino más específicos y definidos por sectores y ámbitos geográficos.

En cualquier caso, el vicepresidente del BCE ha vuelto a poner en relieve que los países con mejor comportamiento en la contención de la pandemia y en materia económica están siendo aquellos con mejores instituciones y una gobernanza más adecuada.

«Es necesario que la política económica sea muy predecible en estos momentos», ha recomendado Guindos, para quien resulta clave evitar el llamado «efecto precipicio» con una retirada apresurada de las medidas de estímulo que pudiera provocar una recaída intensa.

«Es un equilibrio difícil. Si retiramos demasiado rápido caemos en el riesgo de recaída, si son excesivos o excesivamente prolongados se puede producir riesgo moral», ha apuntado al reclamar una retirada gradual y acompasada a la recuperación económica de las medidas de apoyo introducidas.

Asimismo, el vicepresidente del BCE ha repetido la importancia de que, una vez que los efectos de la pandemia se vayan difuminando, se vuelva a prestar atención a la sostenibilidad de las finanzas públicas. «En cuanto la situación económica vaya mejorando resulta imprescindible que la actuación en la contención de los déficit y de la deuda se vaya incrementando», ha apuntado.

En este sentido, Guindos ha subrayado la importancia del papel que desempeñará el fondo de recuperación europeo, aunque ha recordado que este instrumento «es un complemento importante, pero un complemento, y por tanto la implementación de las políticas nacionales para elevar el crecimiento sigue jugado un papel importante».

En cuanto a los riesgos para la estabilidad financiera de la zona euro, Guindos ha vuelto a referirse a la baja rentabilidad del sector, que ya era muy pobre antes del impacto de la pandemia, con fuertes caídas además de los ingresos por intereses netos lideradas por España e Italia, lo que lastra a las entidades a la hora de acudir a los mercados y puede provocar actuaciones que no sean las más adecuadas debido a la correlación entre rentabilidad y niveles de provisiones realizados.

De este modo, el vicepresidente del BCE ha reiterado que la consolidación bancaria representa una herramienta para avanzar en la reducción de costes y del exceso de capacidad, pero no supone un fin en sí misma.

Aparte de esta baja rentabilidad, el banquero central ha advertido del riesgo relacionado con la acumulación de deuda soberana y corporativa en la zona euro, señalando que el bajo nivel de los tipos de interés permite considerar este endeudamiento sostenible y por el momento ha evitado una oleada de insolvencias corporativas.

«No hemos visto todavía una oleada de lo que se denominan ‘fallen angels’, aquellos con un rating de inversión que posteriormente pasan a tenerlo por debajo, aunque eso dependerá mucho de la evolución futura desde el punto de vista sanitario, de las medidas tomadas, así como de las ayudas publicas, para que esto no se produzca», ha advertido.

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