¿Trump o Biden? La deuda pública será la gran ganadora de las elecciones en EEUU

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¿Trump o Biden? La deuda pública será la gran ganadora de las elecciones en EEUU

Los analistas de Axa avisan de que la deuda pública estadounidense seguirá creciendo independientemente del resultado de las elecciones.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca

El próximo 3 de noviembre los estadounidenses están llamados a las urnas para decidir si dan cuatro años más a Donald Trump o por el contrario Joe Biden es el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Las políticas económicas que EEUU implementará en los próximos años dependerán en gran medida de si uno u otro candidato es elegido, pero tienen un denominador común: la deuda pública se incrementará sensiblemente.

La campaña presidencial estadounidense está siendo como poco movida. Tras un bronco debate entre los dos candidatos, el contagio de Trump de covid-19 ha añadido aún más incertidumbre a las elecciones, y los expertos creen que la volatilidad podría extenderse hasta finales de año. Así al menos lo aseguran los analistas de Axa en un informe en el que estudian las implicaciones económicas que tendrá el resultado de las elecciones. “Dado que el resultado probablemente sea impugnado por los dos bandos, es posible una batalla judicial de uno o dos meses, y la volatilidad del mercado podría aumentar significativamente durante este tiempo”, avisan

Más que nunca en esta cita electoral, “elegir entre los dos candidatos significará principalmente elegir entre un gobierno federal más grande o más pequeño”. La plataforma económica de Joe Biden apunta a ser más redistributiva, con un probable aumento de 3,7 billones de dólares netos en impuestos durante la década, que afectará “principalmente a las personas con mayores ingresos”. También “está orientado al lado de la demanda: “una victoria de Biden podría hacer que el gasto público aumente en 6,4 billones de dólares en el horizonte de 2030”. En contraste, Trump ofrece propuestas “orientadas al lado de la oferta, incluidos 3 billones de dólares netos de recortes del gasto en el horizonte de 2030, junto con 1,4 billones de recortes de impuestos, lo que provocaría un recorte neto de 1,1 billones en los ingresos generales del gobierno”.

Dos políticas tan diferentes tendrán también resultados, como no podría ser de otro modo, distintos. En ese sentido, los analistas de la aseguradora francesa apuntan a la que la victoria del candidato demócrata, teniendo en cuenta además que “enfatiza mejoras en las infraestructuras”, podría dar como resultado un punto porcentual (pp) adicional de crecimiento económico real en 2021. Este impulso complementario debería aumentar hasta 2024, sumando al menos 1,5pp, 2,3pp y 2,2pp al PIB en 2022, 2023 y 2024, respectivamente.

Mientras, la victoria de Trump impulsaría el crecimiento económico real “en 0,9 puntos porcentuales en 2021, 0,7 puntos porcentuales en 2022 y 0,3 puntos porcentuales en 2023 como resultado del paquete de infraestructura de recuperación a corto y medio plazo. Después de eso, el impacto negativo de los recortes de gastos a largo plazo compensaría los impactos positivos de los recortes de impuestos”.

Pero si hay algo que no variará, es que “a largo plazo la deuda pública será la verdadera ganadora de estas elecciones”, señala Axa. “Debería alcanzar el 159% del PIB en el horizonte de 2030 (frente al 137% esperado en 2020), trayectoria común a los dos candidatos a pesar de orientaciones económicas radicalmente diferentes”, apuntan los expertos, que no obstante cuantifican en un 151% del PIB la ratio para 2030 en el caso de la victoria de Trump.

“En este contexto, esperamos que el potencial de crecimiento de la economía de EEUU Se vea afectado estructuralmente. Entre 2021 y 2030, podría llegar al + 1,4% con una victoria de Biden y al + 1,25% en el caso de una victoria de Trump”, destacan los expertos de la aseguradora.

El escenario central de Axa (40% de probabilidad) pasa por una “estrecha” victoria de Biden, pero con el Senado todavía en manos de los republicanos.

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