Simón ve un ascenso relativo en Madrid y se fija como objetivo bajar a 50 casos por 100.000 habitantes

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Simón ve un ascenso relativo en Madrid y se fija como objetivo bajar a 50 casos por 100.000 habitantes

El epidemiólogo ha apuntado que la evolución en las zonas con más de 1.000 casos por 100.000 habitantes en la capital es buena, pero ha señalado que todavía hay mucho trabajo que realizar en estas zonas.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, en Madrid

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha señalado que la situación del COVID-19 en Madrid, pese a las medidas tomadas por el Ejecutivo autonómico cerrando zonas básicas de salud (ZBS), es de «ascenso relativo» y ha indicado que la evolución no puede ser favorable hasta que no se alcancen cifras cercanas a los 50 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. En estos momentos, la capital supera los 700 positivos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas.

En rueda de prensa este lunes tras el Comité de Seguimiento del Coronavirus en Moncloa, el epidemiólogo ha apuntado que la evolución en las zonas con más de 1.000 casos por 100.000 habitantes en la capital es «buena», pero ha señalado que «todavía hay mucho trabajo que realizar en estas zonas».

Preguntado acerca de la efectividad de las medidas propuestas por el Gobierno central en Madrid, que han eliminado las restricciones por zonas de salud impuestas por Madrid, Simón ha defendido que de las 49 ZBS con movilidad restringida, 25 redujeron su incidencia pero 24 subieron. «La evolución de las zonas con incidencia superior a 500 va aumentando. Estamos todavía en una fase de ascenso relativo. La incidencia será favorable cuando esté cercana a los 50 por 100.000 habitantes. No podemos pensar que 500 es en absoluto una buena situación», ha argumentado.

Según Simón, la bajada de la incidencia en Madrid también puede deberse a «retrasos» y además a los test de antígenos que se están utilizando en Madrid. «Al haber un cambio en el sistema puede ser que los datos de los test de antígenos no hayan llegado todavía y eso haya provocado un ligero descenso en los datos de la incidencia acumulada. Tenemos alguna duda del uso de antígenos y al retraso de las notificaciones. Ahora mismo no me atrevería a decir si la ciudad de Madrid va mejor o peor», ha argumentado.

A nivel general, pese a la bajada de la incidencia en el conjunto de España, Simón ha argumentado que «siguen siendo incidencias muy alta que colocan en una situación de alto riesgo». «El objetivo no es mantenerse en 250 casos por 100.000 habitantes, el objetivo es bajar de los 50 casos por 100.000 habitantes», ha insistido al respecto.

Simón ha informado de que hay 29 provincias que se han estabilizado o han descendido de manera consistente su incidencia en las últimas semanas. «Y en todo el resto de provincias seguimos teniendo incidencias en ascenso. Si bien es verdad que no son exactamente provincias, las islas las contamos individualmente, así que son un poco más de las 52 provincias. El problema es que seguimos manteniendo esas cifras por encima de los 500. No podemos quedarnos aquí ni estar tranquilos», ha señalado.

Según los datos aportados por Simón, la positividad de las pruebas diagnósticas de COVID-19 es en estos momentos del 10,4 por ciento; sin embargo, ha advertido de que se ha producido un «retraso» en la realización de PCR, que «llegan a los 7 u 8 días en algunos casos». «Con el uso de los test rápidos de antígenos en algunos casos no se terminan de notificar los casos positivos ni pruebas realizadas. Esto es debido a la presión sobre las personas que tienen que hacer la notificación. Lo ideal es que haya descensos en la incidencia reales y que no sea simplemente un artefacto de las notificaciones», ha reconocido.

Simón ha explicado que «se mantienen las cifras elevadas» en ocupación hospitalaria, con un 18 por ciento de camas de UCI con pacientes COVID-19 y el 9 por ciento de camas de hospitalización ordinarias. En este contexto, ha añadido que «ha subido marginalmente el número de personas mayores de 60 años que están padeciendo la enfermedad», por lo que, a su juicio, «existe un mayor riesgo de sobrecargar al sistema», pese a que la edad media de casos se mantiene en 38/39 años.

«No es fácil controlar la curva pero si se controla en todo el territorio al mismo tiempo, si se reduce la movilidad, se puede reducir la incidencia acumulada de forma mucho más rápida y se puede bajar la capacidad de transmisión. Una vez que se consigue una reducción muy rápida el objetivo es llegar a los 250 por cada 100.000 habitantes y después a los 50. No es cuestión de dos o tres semanas, pero ha habido comunidades que lo han conseguido», ha subrayado Simón.

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