En apenas unos días, el panorama para el expresidente de Bankia y exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha dado un vuelco total: en apenas unos días ha visto como es absuelto en el juicio de la salida a bolsa de Bankia, salía de la lista de morosos y obtenía el tercer grado por la causa de las tarjetas black.
La primera alegría para Rato llegaba este martes, cuando por fin se conocía la esperada sentencia del juicio por la salida a bolsa de Bankia. Finalmente el expresidente del banco y el resto de acusados eran absueltos de los delitos de estafa a los inversores y falsedad contable. La extensa sentencia, de más de 400 páginas, concluye que la entidad era viable en el momento de su salto al parqué, que contó para el proceso con la aprobación de todos los supervisores y que la información del folleto de la salida a bolsa “era más que suficiente”.
Solo un día después, este miércoles, se conocía la lista de morosos que cada año publica el Ministerio de Hacienda y en ella no aparecía ya Rato. El listado de morosos de Hacienda se abandona en los casos en los que los deudores reducen su deuda por debajo del millón de euros, aunque se aproxime a esa cifra, o por otros supuestos como cancelaciones por el cobro o por prescripción o por insolvencia definitiva, entre otros, sin perjuicio de que puedan volver a aparecer a posteriori. En el listado de 219 su deuda con el fisco era de 1,019 millones.
Por último, el jueves El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional concedía a Rato el tercer grado, abriendo la puerta a su salida de la cárcel, donde se encontraba con motivo del caso de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia.
