Los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, grandes amenazas para la salud de mujeres y niños, según la ONU

Los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, grandes amenazas para la salud de mujeres y niños, según la ONU

La pandemia está agravando las desigualdades y pone en riesgo los avances conseguidos.

Sahel

A pesar de los «frágiles» logros realizados en los últimos años, la salud y bienestar de mujeres y niños en todo el mundo siguen amenazados por los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, según ha puesto de manifiesto este viernes un informe del movimiento Every Woman Every Child, liderado por la Secretaría General de Naciones Unidas.

‘Proteger el progreso: Crecer, Reenfocar, Recuperar, 2020’ examina las desigualdades de fondo que impiden a mujeres, niños y adolescentes el acceso a sus derechos y reclama a la comunidad internacional la protección de los progresos en materia de salud frente al impacto de la pandemia.

Las muertes de niños menores de cinco años llegaron en 2019 a su cifra más baja registrada, mientras que más de mil millones de niños fueron vacunados durante la pasada década, mientras que los partos atendidos por personal cualificado y el acceso a agua potable llegaron a más del 80 por ciento.

Por otra parte, las muertes maternas descendieron un 35 por ciento –la bajada más pronunciada desde 2010– y las cifras recogidas en el informe estiman que en la última década se han evitado 25 millones de matrimonios infantiles.

Sin embargo, las amenazas siguen «vigentes» y ponen en riesgo los avances conseguidos. En particular, la crisis provocada por la expansión del coronavirus «está agravando las desigualdades existentes» y está provocando «interrupciones de intervenciones sanitarias esenciales que están afectando de manera desproporcionada a las mujeres y niños más vulnerables», señala el informe.

LA AMENAZA DE LA PANDEMIA

Antes de la pandemia, «un niño menor de cinco años moría cada seis segundos en algún lugar del mundo», ha denunciado en un comunicado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, pero con la expansión de la COVID-19, «millones de niños que viven en zonas en conflicto y en escenarios frágiles afrontan dificultades aún mayores».

Además, el cierre de escuelas en 192 países durante el punto álgido de los confinamientos para contener la expansión del virus afectó a 1.600 millones de estudiantes, mientras que la violencia doméstica y el abuso contra niñas y mujeres han aumentado, así como la pobreza y el hambre.

Las estrategias para combatir la pandemia «amenazan con dar marcha atrás tras años de avances en salud materna, reproductiva, infantil y adolescente», lo que es «inaceptable» según el director mundial para Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial, y director del Mecanismo Mundial de Financiamiento (GFF, por sus siglas en inglés), Muhammad Alí Pate.

«A medida que respondemos a la COVID-19 y reimaginamos un futuro mejor, debemos repetir rotundamente que los derechos de las mujeres y las niñas no son negociables», ha subrayado la directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por su siglas en inglés), Natalia Kanem, además de destacar que «especialmente en tiempos de crisis», la salud de estos colectivos vulnerables «debe ser protegida a toda costa».

El informe hace un llamamiento a la comunidad internacional para que «combata la COVID-19 respetando al mismo tiempo los compromisos adoptados para mejorar las vidas de mujeres y niños», con estrategias que no amplíen «la brecha entre promesas y realidad».

LA INFANCIA, EN PELIGRO

En 2019, 5,2 millones de niños menores de cinco años y un millón de adolescentes murieron por causas prevenibles, mientras que cada 13 segundos murió un recién nacido y cada hora 33 mujeres no sobrevivieron al parto. Ese mismo año, 33.000 niñas fueron obligadas a casarse, normalmente con hombres mucho más mayores.

«Millones de niños que viven en zonas en conflicto y en escenarios frágiles afrontan dificultades aún mayores desde el inicio de la pandemia», ha destacado Fore, que ha defendido la necesidad de un trabajo conjunto «para abordar las necesidades inmediatas causadas por la pandemia» y para «fortalecer los sistemas sanitarios». «Solo así podremos proteger y salvar vidas», ha advertido.

Si no se intensifican los esfuerzos para combatir las muertes infantiles, 48 millones de niños menores de cinco años podrían morir entre 2020 y 2030 y casi la mitad de estas muertes se producirán entre recién nacidos, advierte el informe.

LA SUERTE DEL LUGAR DE NACIMIENTO

El lugar de nacimiento es «determinante» para la supervivencia, según el informe. El 82 por ciento de las muertes de menores de cinco años y el 86 por ciento de las muertes maternas en 2019 se concentraron en África Subsahariana y en Asia Meridional, mientras que nueve de cada diez infecciones pediátricas de VIH ocurrieron en África Subsahariana.

«Las tasas de mortalidad materna, neonatal, infantil y de adolescentes fueron considerablemente más altas en países afectados por conflictos de manera crónica», concluye el informe.

ESFUERZOS GLOBALES PARA GARANTIZAR SUS DERECHOS

Aunque la pandemia ha supuesto «un retroceso de los esfuerzos globales para mejorar la salud y bienestar de mujeres y niños», esto solo debería «fortalecer nuestra determinación», ha asegurado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, por lo que se debe renovar el compromiso con «un mundo más saludable, seguro, justo y sostenible para las mujeres y niños y para las generaciones futuras».

El informe defiende el multilateralismo como herramienta para movilizar a todos los sectores y proteger las enormes inversiones y logros conseguidos hasta el momento por los participantes del movimiento Every Woman Every Child desde su lanzamiento hace 10 años, con el objetivo de defender la salud y el bienestar de cada mujer, niño y adolescente, «esté donde esté».

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