La jefa de Gabinete del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha renunciado al cargo ocho meses después de su nombramiento dentro de la remodelación que impulsó el titular de esta cartera en su segunda etapa, según han confirmado a Europa Press fuentes de este departamento. Rocío García Romero sustituyó en enero a Rafael Pérez, que pasó a ser nuevo secretario de Estado de Seguridad.
Las citadas fuentes circunscriben a una decisión estrictamente personal y pactada con el titular del Interior esta renuncia adelantada por eldiario.es, que relaciona la salida con discrepancias por el modo y el momento en el que se produjo el cese del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, el coronel Diego Pérez de los Cobos.
Rocío García Romero (Jaén, 1983) ha formado parte desde el inicio del círculo de colaboradores más estrecho de Grande-Marlaska, ya que en la primera legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez fue la adjunta a Rafael Pérez en el Gabinete de Grande-Marlaska. El Ministerio, uno de los que asumió la autoridad delegada durante el estado de alarma por el coronavirus, ultima ya su relevo.
García Romero es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ETEA de Córdoba, cursando una parte de sus estudios en la International Business and Languages Studies de la Stenden University en Holanda. También es diplomada en Ciencias Empresariales.
Según la biografía disponible en la web del Ministerio del Interior, Rocío García Romero desarrolló su carrera profesional como auditora financiera y fiscal en BDO Deutschland (Alemania); fue responsable del Departamento Financiero, Tesorería y Administración Comercial en Mantequerías Arias (Grupo Bongrain); y ejerció como auditora financiera Senior en PwC (PriceWaterhouseCoopers) y como consultora en KPMG.
El pasado 31 de enero, durante la toma de posesión de los altos cargos del Ministerio del Interior, Grande-Marlaska destacó la «profesionalidad, capacidades y empatía» de su nuevo equipo, que incluía cambios relevantes como el de la Dirección General de la Guardia Civil, para quien apostó por María Gámez.
