Discrepancias en el seno del BCE sobre si utilizar toda la potencia de fuego disponible

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Discrepancias en el seno del BCE sobre si utilizar toda la potencia de fuego disponible

Algunos banqueros prefieren que los 1,35 billones del PEPP sean un ‘techo’ y no un ‘objetivo’.

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Los responsables de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) discutieron en su reunión del pasado mes de julio sobre la flexibilidad del programa de compras de bonos de emergencia d la pandemia (PEPP), con algunos banqueros centrales poniendo en duda que se debiera usar toda la potencia de fuego disponible.

Las actas de la reunión de julio, conocidas hoy, sugieren que algunos miembros del BCE no solo no están interesados ​​en un nuevo aumento del PEPP, actualmente fijado en 1,35 billones de euros, sino que además ven espacio para que el banco retenga parte de su potencia de fuego.

“Se argumentó que la flexibilidad del PEPP sugería que el programa de compra neta debería considerarse un techo en lugar de un objetivo”, apunta el informe de la reunión del 16 de julio. “Se señaló que los datos entrantes habían sorprendido al alza y algunos de los riesgos a la baja que rodeaban la perspectiva económica habían retrocedido, aumentando la posibilidad de que el programa podría no tener que desplegarse por completo”, continúan las actas

No obstante, la formulación utilizada sugiere que era una opinión minoritaria, y que la mayoría en el Consejo de Gobierno respaldaban una interpretación más liberal de la flexibilidad dada la incertidumbre sin precedentes.

De hecho, la mayoría estuvo de acuerdo en que el optimismo del mercado antes de la reunión no estaba totalmente respaldada por datos económicos, dada la moderada inflación y el mayor riesgo de un aumento persistente del desempleo. “Bajo el escenario base, la presunción actual era que el programa del PEPP tendría que usarse en su totalidad”, mostraron las minutas.

Asimismo, el documento habla de una “recuperación desigual y parcial en la zona euro”. “Si bien los mercados financieros estaban más tranquilos que en el pico de la crisis pandémica y los datos entrantes indicaban una actividad a corto plazo que estaba en línea con el escenario base de las proyecciones macroeconómicas de junio, la situación sigue siendo frágil y los riesgos persisten a la baja”, concluía el consejo de gobierno.

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